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CAMPAÑA INDIRECTA
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Es una campaña promovida por grupos de interés que se enfoca en las cuestiones políticas que les importan a los mismos y que pretende ayudar a ganar o a derrotar a un candidato, sin que directamente se mencione su nombre o partido (de ahí su nombre). Su propósito es introducir esas cuestiones en la agenda del debate. Por ser más fácil, tiende a ser una campaña negativa. Se diferencia de otras campañas políticas en que está dirigida a influir a los electores durante el proceso electoral. Se trata de una campaña intrusa, que no está controlada por ninguno de los candidatos que compiten en la elección, y en la cual los grupos que la promueven son los que deciden el mensaje, contenido, calidad y oportunidad de su difusión, etc., de manera paralela a las campañas electorales. Por eso, significa una interferencia en las estrategias de persuasión de los candidatos, pues el control sale de sus manos y ellos se convierten sólo en parte de la propaganda.
Las campañas indirectas permiten a los grupos que las promueven saltarse los topes de gastos de campaña y controlar mejor el mensaje que desean comunicar, así como el dinero que invierten con fines políticos. Se logra así un doble propósito: apoyar o vetar a un candidato y promover su propia causa.
El grado en que una campaña indirecta puede influir en los resultados electorales depende de la cantidad de los recursos empleados, montos cuantiosos pueden cambiar el sentido de la votación.
En Estados Unidos, las grandes corporaciones, los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales están incursionando cada vez más en el terreno electoral por medio de campañas indirectas que representan flujos crecientes de dinero político que ya no llega a los candidatos. Asimismo, día con día, los grupos de interés emplean a más consultores políticos.
De acentuarse esta tendencia, junto con la fragmentación de las cadenas de televisión y el crecimiento de la Internet, se transformará la comunicación política debido a la importancia que están adquiriendo los grupos independientes y los nichos pequeños, importancia que puede traducirse en el auge de campañas indirectas cuyos gastos estarán fuera de control porque no están sujetos a la legislación electoral debido que evitan el apoyo abierto o el ataque expreso a algún candidato. Esto puede conducir a la curiosa situación de que durante un proceso electoral, el grueso de la propaganda que reciba el electorado provenga de fuentes ajenas a las campañas de los candidatos y ellos se encuentren en medio del fuego cruzado de grupos de interés en lucha. |
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