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COMUNICACIÓN NO VERBAL
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Es la comunicación entre personas sin que tengan que utilizarse palabras habladas o escritas. Al igual que el lenguaje verbal, en muchos casos, su significado está culturalmente establecido, aunque en otros, pertenece al idioma universal, como la sonrisa para denotar alegría o satisfacción, o el ceño fruncido como muestra de enojo o malestar.
La comunicación no verbal incluye la mirada, la expresión del rostro, la postura y manera de caminar, el manejo del espacio, la forma de hablar, el tono y volumen de voz, el modo de vestir y de peinarse, el aroma que se despide, etc. Se extiende a los objetos personales y a su disposición, por ejemplo, la decoración y el tamaño de la oficina, el tipo y marca de automóvil, la arquitectura de la casa, el tipo de mobiliario y los colores preferidos. Todo esto transmite una parte de la forma de ser de una persona sin que haya necesidad de comunicarlo con palabras.
Cada signo o señal no verbal puede tener varios significados dependiendo del contexto en que se den. Muchos de ellos están relacionados con los estados emocionales o los sentimientos de un individuo. Por ejemplo, la espalda encorvada denota sumisión, los hombros encogidos enojo contenido y si están alzados, temor. Una gran parte de la comunicación no verbal es inconsciente y por tanto espontánea y difícil de controlar; sin embargo, es posible hacerla consciente por medio de la retroalimentación recibida por otra persona o, de un modo más complejo, por medio de grabaciones de video.
El lenguaje no verbal es parte importante del proceso de comunicación, en el cual se da una interacción muy compleja entre las palabras y las señales no verbales. Cuando el lenguaje corporal es congruente con la expresión verbal, aumenta la eficacia del mensaje, pero cuando no hay tal consistencia, se genera desconfianza en el receptor. Si se emplean palabras equivocadas para gestos equivocados, lo menos que se provoca es confusión; el auditorio puede oír y comprender las palabras, pero su respuesta será fría e indiferente.
Durante las campañas crece la importancia de que todo candidato tenga un manejo adecuado de su comunicación no verbal y pueda conocer lo que transmite con sus posturas, gestos y ademanes y en su caso modificarlos. Así su discurso inspirará más confianza y tendrá mayor credibilidad. |
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