Una elección ordenada necesita una definición exacta de quién tiene derecho a votar. Desde comienzos del siglo XIX, llevar un censo autorizado de quienes satisfacen, en cada localidad, los requisitos legales para el ejercicio del sufragio, ha sido un elemento clave en la administración electoral. En la mayor parte de los países, el censo electoral consiste en un listado de los ciudadanos mayores de edad que eran residentes en una fecha determinada. Suele ser gestionado por la autoridad local, si bien en algunos países, como Australia y Canadá, lo prepara un grupo independiente de funcionarios electorales. En algunos países (especialmente en Estados Unidos) la inscripción es un acto voluntario, y el número de inscritos es sólo de un 50 por ciento a un 70 por ciento de quienes cumplen los requisitos necesarios para el voto. En países en que las normas democráticas no están bien establecidas, la manipulación del censo es una de las formas más comunes de manipulación electoral. (BOGDANO)
En México, el censo o padrón electoral utilizado para las elecciones del 2000 comprendió un total de 59,589,569 electores, 28,791878 hombres (48.32%) y 30,797,691 mujeres (51.68%).
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