Carlos Hank principal icono del Grupo Atlacomulco.
El Grupo Atlacomulco, de difuso origen como tal, ha sido objeto de un estudio minucioso y profesional por parte de Jorge Toribio, quien hizo estudios de especialidad en la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Publicó el primer tomo de una esperada serie, en junio del año 2000, bajo el título de "El Grupo Atlacomulco. Secretos". Allí se puede ver cómo la primera generación de líderes de políticos del municipio de Atlacomulco eran, en 1916: Maximino Montiel Olmos, (tío abuelo del ex gobernador Arturo Montiel Rojas), Rosendo Monroy Cruz, Lucindo Cárdenas, Rafael Suárez Ocaña y Silviano Díaz Cid.
El libro muestra muy bien cómo entre 1942 y 1964, el Grupo se fue expandiendo y ocupó lugares clave en diversos gobiernos municipales, estatales e incluso en el federal. Uno de sus más destacados y cultos integrantes, Isidro Fabela Alfaro, que incluso fue diplomático, es la figura que disputa a Maximino Montiel el sentido originario y fundacional del Grupo. Durante la gubernatura de Alfredo del Mazo Vélez, de 1946 a 1951, se inicia su consolidación cuyo dominio no solo abarcó lo político y lo económico, sino también lo religioso. El primer obispo de Toluca fue Mons. Arturo Vélez Martínez, primo hermano del gobernador. Su apogeo fue alcanzado con la presidencia de Adolfo López Mateos y los momentos estelares con el prolongado y eficaz liderazgo de Carlos Hank González. Ernesto Ramirez
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CAMARILLA POLÍTICA
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Es un grupo de individuos, generalmente poco numeroso y cerrado, emparentados o no, que debido a la posición que ocupan ejercen un influencia subrepticia, definitiva y trascendental sobre los gobernantes o sobre un conjunto de personajes importantes y deciden los asuntos claves de un país, de un partido o de un grupo. El término es de carácter despectivo, ya que las camarillas actúan de manera oculta, persiguen posiciones, canonjías y beneficios personales, en lugar del bienestar social; llegan a hacer prevalecer sus ideas en asuntos de Estado, de partido o de los grupos socialmente preponderantes.
La formación de camarillas es tan antigua como la política misma. Baste decir que Pericles fue considerado un "cacique" y que Julio César, Pompeyo y Craso, primer triunvirato romano, constituían el grupo dirigente de una verdadera camarilla.
La palabra camarilla como tal, fue utilizada para designar al grupo de palaciegos lisonjeros y asistentes del Rey Fernando VII de España, que constituyeron un círculo palaciego y ejercieron una enorme influencia en los asuntos de Estado. Se reunían en una antesala de la cámara real (camarilla) y el poder que llegaron a detentar se derivaba de la amistad y confianza que el soberano depositaba en ellos, más que en sus conocimientos y capacidad para resolver los problemas del gobierno. A partir de ahí, se extendió el uso del término.
Las camarillas basan su cohesión del deseo de sus integrantes de acceder y mantener el poder, por lo que los medios que utilizan rebasan la esfera de lo moral y de la honestidad; son capaces de hacer uso del peculado, del cohecho, del compadrazgo, de los acuerdos electorales, de toda forma de corrupción, incluso el asesinato.
Las camarillas parecen inevitables debido a la tendencia en las organizaciones de que los pocos controlen a los muchos, lo cual se incrementa cuando existe falta de liderazgo, de programas viables y de autoridades que no están a la altura de sus responsabilidades.
Las camarillas se fortalecen en situaciones de fraccionamiento de la autoridad gubernamental y de falta de capacidad para actuar con eficacia; son poderosas especialmente en donde hay confusión, encubrimiento, duplicación de funciones, falta de respuesta rápida y oportuna. La camarilla subsana estas deficiencias al atenuar la estructura rígida y formal del gobierno y dar alternativas de solución.
Electoralmente, las camarillas llegan a constituir verdaderas "maquinarias electorales" dentro de los partidos a nivel local, que cuentan con una estructura jerárquica y en las cuales sus integrantes realizan funciones específicas, llevan a cabo diversos roles o papeles y ocupan diferentes puestos, lo que les permite conducirse implacablemente con eficacia, permanencia, impersonalidad y disciplina en el logro de sus objetivos. Son organizaciones que funciona bien y están dirigida por un jefe o pequeño grupo de líderes. Sus miembros son políticos profesionales que luchan por alcanzar, conservar y consolidar el poder público.
Como muy pocos electores son capaces de comprender la complejidad de la política y de los procesos electorales, las masas de votantes pueden apoyarse en las camarillas para tomar una decisión, toda vez que estos grupos tienen la habilidad y los recursos para controlar a la muchedumbre mediante el patrocinio, el clientelismo y aun la compra franca de votos..
Gottfried señala que "en toda sociedad en que se da una rápida e impresionante concentración de riqueza unida a la práctica de una extensiva democratización del voto, es inevitable que la riqueza trate de controlar la masa de indigentes con voto".
El mayor control de los recursos públicos, la implantación del servicio civil de carrera, la ampliación de los servicios sociales, la mayor eficiencia gubernamental, las instauración de las elecciones primarias en los partidos y en general, la disminución de la pobreza son factores que provocan el ocaso de las camarillas electorales. |
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