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CUBO, LEY DEL
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Ley matemática que establece una relación entre los asientos en una legislatura que corresponderán a un partido y la proporción de votos que obtiene el mismo partido. Supone que existe un sistema de mayoría simple y que sólo compiten dos partidos en la elección. La ley establece que la cuota de asientos de cada partido será proporcional a la proporción de votos obtenidos al cubo. Por ejemplo, el partido A recibe 60% de los votos y el partido B, 40%; la formula a aplicar para el partido A es 0.6 al cubo, entre la suma de 0.6 al cubo más 0.4 al cubo, de lo cual resulta un 77% de los asientos parlamentarios; de modo que al partido B sólo corresponderá un 23% de esos mismos asientos. Por lo que la diferencia del 20% en las votaciones recibidas, se convierte en un 54% de diferencia en los asientos parlamentarios asignados.
Para Leonardo Valdés (Sistemas Electorales y de Partidos) desde la perspectiva crítica de los sistemas de mayoría relativa, aplicados en distritos uninominales, la "ley del cubo" hace visible la desproporción que existe entre los votos y las curules obtenidas por el primero y segundo partidos. Para ponerlo en términos elementales, podría decirse que esta ley muestra que para el primer partido las curules son proporcionalmente mucho más baratas en lo que se refiere a votos que para su más cercano competidor.
La investigación realizada en Inglaterra ha encontrado que la ley sólo sugiere un efecto aproximado y que los resultados electorales son afectados por factores complejos tales que producen resultados sustancialmente distintos de aquellos que predice la ley.
Para otros, en realidad la ley del cubo no es una ley, pues no se aplica a los sistema de representación proporcional, en los cuales el porcentaje de votos obtenidos por un partido se aproxima al porcentaje de asientos parlamentarios asignados, no a los votos al cubo. Únicamente muestra que un partido perdedor puede estar sub-representado en una elección, pero que si gana estará sobre-representado en la siguiente. |
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