Creencia de que no se deben manifestar públicamente las aspiraciones políticas, mucho menos codiciar el poder, sino que se debe esperar a ser llamado por el pueblo. Alude a un general romano, Lucius Quintius Cincinnatus que siendo granjero fue designado dictador por el Senado cuando Roma estaba bajo la amenaza de una derrota militar. La leyenda cuenta que Cincinnatus literalmente abandonó su arado en medio del campo para asumir el mando y en 16 días venció al enemigo, después de lo cual, volvió a sus tierras.
El efecto de Cincinnatus, identifica el ideal democrático de que sean los ciudadanos comunes quienes ejerzan eventualmente las responsabilidades públicas y una vez cumplido su deber, regresen a sus actividades privadas. Esta imagen de ciudadanos convertidos en dirigentes por las circunstancias, va en contra de la profesionalización de la actividad política, hoy indispensable debido a la complejidad de la tarea de gobernar.
En México, fue una práctica común durante la era del partido hegemónico, que cuando una asamblea estaba reunida para elegir a sus dirigentes o candidatos, el designado previamente por la cúpula permanecía en un lugar cercano aparentando ser ajeno a su nominación, en espera de que la votación formal tuviera lugar y de que una comisión de los asambleístas acudiera a comunicarle su designación y a acompañarlo a comparecer ante el pleno. Obviamente, el elegido, como desde antes sabía que resultaría favorecido, tenía ya preparado su discurso de aceptación, lo que ponía en evidencia que su desinterés y a la espontaneidad de la votación eran aparentes y ritualistas.
Esta actitud también se expresa en el "tapadismo" (permanecer tapado como precandidato hasta el último momento sin expresar aspiraciones) que ha caracterizado a la política mexicana y en la frase atribuida a Fidel Velázquez: "el que se mueve no sale en la foto". Actualmente, la democratización de los procedimientos de nominación de los candidatos y la mayor competencia electoral han obligado a los políticos aspirantes a manifestar anticipada, abierta y públicamente su deseo de obtener una candidatura, así como a competir en elecciones primarias con otros precandidatos.
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