El término se aplica a diferentes tipos de trabajadores agrícolas : 1) Arrendador de tierras 2) Propietario de pequeñas parcelas 3) Trabajadores de tierras comunales 4) Jornaleros 5) Empleados de haciendas 6) Peones agrícolas migratorios 7) Cualquier trabajador rural.
Pese a que puede haber campesinos con suficientes recursos económicos y un buen nivel de vida, por lo general y por sus características socioeconómicas a "los campesinos" se le coloca en la clase social baja, viven en pequeños minifundios, son analfabetas y mal alimentados.
Históricamente han sido un sector social desprotegido que incluso, en ciertas épocas y en varios países se les llegó a considerar como esclavos o siervos, es decir, sujetos al servicio de los terratenientes o latifundistas, les pertenecían y podían venderlos junto con las tierras.
Han sufrido toda clase de pérdidas y de abusos por parte de los sectores poderosos, a pesar de los cambios de regímenes políticos y sociales ya que siempre se les ha tratado como mano de obra barata y han sido objeto de explotación. Esta injusta circunstancia ha dado motivo para que se den muchos movimientos armados muy violentos y sangrientos en diversas partes del mundo, que por desgracia no han derivado en mejores condiciones de vida, pese a su papel preponderante en los movimientos revolucionarios y en los procesos de cambio social.
Aunque desde principios del Siglo XX, se ha intentado restituir al campesinado algo de lo que le es propio, la realidad es que pese a las reformas agrarias y a su proceso de agrupación para lograr su representación política, muchos campesinos al no ver satisfechas sus expectativas de supervivencia en el campo, han abandonado las tierras para incorporarse al trabajo industrial convirtiéndose en obreros no calificados, con salarios muy bajos.
La emigración a zonas urbanas ha provocado desintegración de los núcleos familiares, los roles sociales se han transformado y la población se ha dispersado, lo que ha hecho más difícil que les lleguen los servicios que mejorarían su calidad de vida.
Por otra parte, los campesinos que conservan algunas hectáreas de cultivo también permanecen en la marginación y su situación es muy precaria, debido a todas las vicisitudes a las que se enfrentan: cambios de clima y desastres naturales, falta de financiamiento para los insumos de la siembra, problemas de plagas o pérdidas de cosechas, precios de sus productos fluctuantes y regulados por la oferta y la demanda, excesivo intermediarismo y abuso de los transportistas. Éstos y otros problemas les impiden muchas veces, pagar sus créditos y hacen incosteable la producción agrícola.
Debido a esta situación, es un sector muy vulnerable de la sociedad que concentra sus esfuerzos y sus intereses en lograr su subsistencia y la de su familia y que por esto difieren en ideología, expectativas de la vida, aspiraciones, etc. de los demás grupos sociales. Por tanto es muy difícil que consigan formar en el interior de sus agrupaciones, intelectuales y organizadores políticos que logren hacer valer sus derechos.
Limitados por su pobreza económica viven en una marginación política ya que su participación en estos asuntos es mínima, salvo cuando son movilizados para dar la apariencia de democracia a los gobiernos populistas y demagógicos.
El campesinado posee ciertas características:
1. Se agrupan sólo en nivel local, rara vez se incorporan a organizaciones nacionales o regionales, debido a que sus vecinos o compañeros de labores son un determinante muy importante de su bienestar por la ayuda que les pueden brindar. Su localismo es una forma racional de adaptarse a sus limitaciones en un mundo en que les son inaccesibles los beneficios de otras instituciones más allá de su comunidad.
2. Tienen una "política de invisibilidad " que se refleja en una resistencia a comunicarse con los de afuera. Las instituciones gubernamentales formales tienen menos crédito que las informales, además, en aras de proteger su patrimonio y mantener cierto grado de autonomía para hacer frente a las presiones de su ambiente, ocultan información como el tamaño de sus cosechas, la extensión de sus tierras y hasta el significado de sus rituales.
3. Se adhieren tenazmente a sus normas, costumbres, rutinas de trabajo y tradiciones pero más que reflejar conservadurismo es una estrategia para obtener seguridad, orden y significado en un mundo impredecible para ellos.
4.- Registran niveles de escolaridad muy bajos originados por su dificultad para entender el idioma nacional ya que muchas veces hablan dialectos, pero también porque los niños empiezan a trabajar en el campo desde pequeños, lo que les impide asistir a la escuela.
La situación antes descrita no abarca en la actualidad a los campesinos de todo el mundo como en Japón, por ejemplo, donde los campesinos han mejorado enormemente su forma de vida, así como en los Estados Unidos donde la productividad del campo ha superado con mucho los estándares de antaño.
Muchas comunidades campesinas en México poseen ejidos que son tierras comunales trabajadas por los miembros de una familia, en muchas hablan lenguas regionales que los obliga a requerir un intermediario para comunicarse; este hecho los hace sentirse inferiores y como consecuencia se muestran extremadamente retraídos. En la literatura especializada a esta actitud le han denominado "síndrome de encogido" porque refleja falta de autoconfianza.
Dentro de estas comunidades el prestigio se gana a través del servicio lo que significa dar más que recibir y se manifiesta en la prodigalidad de alimentos y bebidas que se ofrecen con motivo de la celebración de fiestas tradicionales. Las familias pueden trabajar por años y endeudarse para ofrecer una gran fiesta sin importar cuán pobres sean ya que por este medio obtienen una buena reputación entre su comunidad.
Los grandes terratenientes han sido su típico adversario pero también la incomprensión de los asuntos agrarios por parte de los dirigentes políticos.
Sus principales demandas son la verdadera redistribución de la tierra, asistencia técnica y financiera, precios justos para sus productos, acceso a la educación, servicio médico y mayor bienestar social. Por sus propias características constituyen un blanco tradicional del clientelismo, el caciquismo y en general, de la manipulación política.
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