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CUESTIÓN O ASUNTO POLÍTICO
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Son las ideas o los asuntos de carácter social, cultural, económico y político, que interesan a la gente y que en un momento dado adquieren tal importancia, que provocan dos o más conjuntos de actitudes de los cuales puede surgir el debate, la controversia o el conflicto. Generalmente, se refieren a problemas sobre los cuales se puede tener una opinión racional, como la contaminación, la drogadicción, la privatización, el aborto, los impuestos, la corrupción, el narcotráfico, la pobreza, el agua, la guerrilla, etc. Sin embargo, estas cuestiones sólo significan en la práctica un conflicto real inmediato para una minoría.
El concepto es de origen norteamericano (issue) y se refiere a un punto bajo disputa que emerge, que fluye, que aparece y circula en la agenda de la opinión pública.
Las cuestiones políticas varían no sólo en el tiempo sino de acuerdo a los diferentes grupos sociales, por ejemplo, para los jóvenes la educación puede ser importante, mientras para los viejos el sistema de pensiones puede ser el prioritario en un determinado momento.
En las elecciones, se distingue el voto decidido por cuestiones políticas, del voto basado en la lealtad al partido o voto "duro" y del emitido por la personalidad del candidato. La posición respecto a las cuestiones políticas se refiere a las diferentes posiciones de política pública que adoptan los partidos políticos en competencia. Las cuestiones de "valía" son aquellas que no implican desacuerdo ideológico entre los partidos y en las cuales el voto refleja algún juicio de competencia superior o el estilo preferido del partido por el cual se vota.
Según Downs, existe un ciclo de atención en estas cuestiones, ya que la atención pública rara vez permanece enfocada en una cuestión durante largo tiempo, independientemente de cual sea su contenido. El ciclo tiene cinco pasos: 1. Preproblema, cuando algún problema existe pero no capta la atención pública. 2. Descubrimiento alarmista y entusiasmo eufórico, cuando un hecho dramático cataliza la atención del público y existe entusiasmo para resolver el problema. 3. Reconocimiento del costo del cambio, cuando el público toma conciencia paulatinamente de la dificultad de realizar un cambio significativo. 4. Declinación del interés público, cunde la desilusión, el aburrimiento o surge una nueva cuestión que demanda atención. 5. Postproblema, cuando éste sale de la agenda pública, se haya o no solucionado el problema.
Algunos distinguen entre las cuestiones magnéticas (que crean coalición o unificación), cuñas (que provocan división) vicerales (que engendran reacciones emotivas), de rechazo (que originan deserción de seguidores o votantes), quemantes (que siempre provocan discusiones irresolubles), calientes (que implican valores morales y prenden el odio, el miedo, el entusiasmo u otra respuesta apasionada) etc. Lógicamente, la reacción ante estas cuestiones varía con el grupo y en el tiempo.
Las cuestiones o problemas políticos son un ingrediente fundamental de la estrategia de las campañas electorales, ya que cierta proporción del electorado condiciona su voto a la posición que adopte un partido o un candidato respecto a las mismas, e inclusive llegan a constituirse grupos que responden a una cuestión específica, como los ecologistas, pro o contra aborto, etc.
Algunos candidatos basan su estrategia en estas cuestiones, cuando existe en la coyuntura electoral un problema que les da ventaja y carecen de una personalidad atractiva o del respaldo de un partido fuerte.
Los grupos de enfoque se utilizan para definir lo que yace realmente en los problemas o cuestiones que preocupan a los electores. |
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