Se aplica a quien por algún procedimiento fraudulento roba urnas llenas de votos que supuestamente favorecen a un candidato opositor; o sustrae, altera o introduce votos marcados por él mismo en las urnas para cambiar los resultados de una elección. La palabra alude a un mamífero carnicero americano que por tener en su cara una mancha negra que semeja un antifaz, se le ha identificado con los ladrones que usaban ese objeto para ocultar su identidad al cometer sus fechorías. Es frecuente que se aproveche esa apariencia del animal para representar a los ladrones, en el caso de las cuestiones electorales, de urnas y votos.
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