Es el sistema de elecciones que establece que el candidato o la lista de candidatos que obtenga la mayoría de votos, obtiene el cargo o la totalidad de los cargos que se están disputando en una circunscripción electoral y que excluye a los demás, independientemente del número de votos que hayan obtenido.
El sistema mayoritario es el más antiguo y el único posible cuando se trata de elegir a una persona; otorga claridad al el elector en cuanto quién o qué se elige; se le atribuye la capacidad de producir gobiernos estables y una representación política independiente de influencias externas, aunque muestra una débil tendencia a la alternancia.
Existen dos modalidades del sistema mayoritario: La primera, de mayoría simple o relativa, cuando un candidato es elegido por haber obtenido el mayor número de votos respecto a los demás participantes en la elección. La segunda, de mayoría de dos o más vueltas, cuando para la elección se requiere mayoría absoluta (es decir más del 50% de los votos), o calificada ( dos tercios por ejemplo), y de no lograr ésta ningún candidato, se procede a una segunda vuelta, a la que sólo se presentan los candidatos que en la primera vuelta consiguieron una determinada proporción de votos, generalmente, los dos que alcanzaron las más altas votaciones. De este modo, los electores que votaron en la primera vuelta por un candidato que por sus escasos votos resulta excluido de la segunda vuelta, en ésta se ven obligados a cambiar su voto a favor de alguno de los candidatos que siguen en la competencia.
En el sistema mayoritario pueden quedar privados de toda representación sectores importantes del electorado, ya que la diferencia entre el triunfador y el derrotado que le sigue en la votación puede ser de un solo voto. Por esta razón, se dice que restringe el ejercicio de los derechos democráticos dado que hay votos perdidos e impone artificialmente la polarización de votos en torno de dos partidos o candidatos lo que genera sobrerepresentación de los triunfadores, además de que obliga a las alianzas a los partidos minoritarios como única manera de sobrevivir frente al bipartidismo que promueve.
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