Consiste en concebir a la política como una guerra. Es la metáfora más importante aplicada a la política: "La política es tan excitante, absoluta y peligrosa como la guerra. En la guerra sólo te pueden matar una vez, en la política muchas veces". (Churchill)

Esta metáfora tiene su utilización más amplia en las campañas electorales, en las cuales el mismo nombre "campaña" tiene un origen militar: "La política y la guerra siguen los mismos principios: dos ejércitos enfrentados en la batalla, cada uno con planes, debilidades y fortalezas diferentes, con recursos limitados, generales con distintos estilos y con el mismo objetivo de aplastar al enemigo. Todos los planes, entrenamiento y estrategias chocan en un lugar y un momento únicos: en la guerra en el campo de batalla, en las campañas en la mente de los electores" (Sweitzer)

El siguiente texto muestra que tan importante es la metáfora militar para las campañas actuales (las palabras de origen militar se entrecomillan):

En la "batalla" electoral, las campañas requieren disponer de un "cuartel" y de un "plan" para "apuntar" sus "acciones" hacia determinados "objetivos" o "blancos", así como seguir una "estrategia" para obtener la "victoria" en los distintos "frentes", en los cuales las "tácticas" a usar resultan importantes. El candidato debe disponer de una "avanzada" durante sus giras. El "contacto" con los electores es el fin principal de toda campaña, por lo que para actuar en el "campo", como "capitanes" de sección o formar "brigadas", las campañas tienen que "reclutar voluntarios" o contratar "mercenarios".

Se trata de "movilizar" al electorado y de que el "slogan" de la campaña llegue a todos. Asimismo, se debe mantener un servicio de "inteligencia" que siga los "movimientos" del opositor. Es importante evitar que en el equipo de campaña se "infiltren" "espías" o se forme una "quinta columna", pero debe permitirse el paso a los "observadores" electorales. A cada "ataque" de los oponentes es necesario "controlar los daños" y tener capacidad de "maniobra". Se tiene que "derrotar" o "disuadir" a los demás candidatos.