'Son un método sistemático de preguntar a los electores considerados como una muestra representativa de todo el electorado de una división, acerca de sus opiniones y actitudes sobre asuntos o tópicos particulares; constituyen un inferencia estadística de cómo está la situación electoral al momento de levantarse la encuesta; asimismo, las encuestas pueden revelar la intensidad y las razones de esas opiniones y actitudes.
Las encuestas son una especie de radiografía difícil de interpretar de la opinión del electorado, cuya seriedad se mide por su valor metodológico y el diseño de su cuestionario, así como por la calidad de su realización y de su interpretación.
Son un medio de recabar información cuantitativa, la cual se sujeta a métodos estadísticos multivariables o cluster para establecer grupos homogéneos, de regresión para identificar la contribución de los factores (atributos de imagen de candidatos o partidos, valoración del posicionamiento ante temas clave, etc.) a la percepción global del partido o candidato; de análisis discriminante para identificar los factores que mejor discriminan o diferencian a los votantes y no votantes de los partidos, etc. Más recientemente se aplica el path analysis, habitualmente traducido por análisis de senderos, para estudiar las relaciones de causalidad existentes en el conjunto de variables explicativas de la intención de voto.
a. Origen y desarrollo
Se iniciaron en Estados Unidos en las elecciones presidenciales de 1824, cuando se hicieron sondeos (straw poll) con voluntarios que votaban en urnas ad hoc. Desde ese año, las encuestas electorales se desarrollaron a partir de los sondeos que realizaban los periódicos entre sus suscriptores, de manera no sistemática ni científica, con muestras no representativas de la población investigada y cuyos resultados frecuentemente se utilizaban con propósitos de propaganda, hasta que en 1930 se descubrieron métodos que permitían una mejor selección de los participantes y del procesamiento e interpretación de los datos recabados. En 1935, George Gallup levantó la primera encuesta a nivel nacional. En 1937, se inició la publicación de Public Opinion Quarterly, que despuésfue el órgano oficial de la American Association for Public Opinion Research. Desde entonces comenzaron a proliferar encuestas patrocinadas por periódicos, oficinas gubernamentales y universidades.
Al término de la Segunda Guerra Mundial el interés por las encuestas se extendió a casi todos los países. Hoy los diarios más importantes, todos los partidos y la mayoría de los candidatos, así como los gobiernos, utilizan sistemáticamente las encuestas electorales. De ahí que se consideren un invento del siglo XX .
b. Etapas de las encuestas
La realización de las encuestas pasa, generalmente, por las siguientes etapas:
1. Definición del universo
Es el conjunto de personas que debe ser estudiado, esto es, los electores que integran una división electoral, como un distrito, un municipio o un estado.
2. Determinación de la muestra
Es un universo reducido y representativo. No importa el tamaño sino la representatividad. Se trata de descifrar lo que ocurre en el electorado en su conjunto a partir de lo que indica una parte, por métodos que permiten controlar el nivel de error originado por el hecho de inferir de una parte el todo, ya que sólo se cuenta con información de una fracción. Esto es, por así decirlo, se escoge a un elector de entre cada diez mil o entre cada cincuenta mil, por ejemplo, siempre que se considere que sus respuestas serán aproximadamente las mismas de los diez mil o cincuenta mil que representan. A los electores que integran la muestra se les hacen las preguntas cuya respuesta se intenta conocer, y el resultado tabulado de las contestaciones se da como válido para la totalidad del electorado.
El tamaño de la muestra es determinado generalmente por el margen de error que será aceptable y por el dinero que se quiere gastar. A medida que el tamaño se incrementa el margen de error disminuye, pero el tamaño aumenta el costo.
Un buen muestreo aleatorio permite que cada miembro de un grupo esté representado en los resultados de la encuesta en igualdad de oportunidades con que fue incluido en la misma encuesta, esto es, en una encuesta sobre un distrito, el procedimiento utilizado para seleccionar a quienes se les aplicará el cuestionario debe ser tal que cada elector del mismo distrito, debe tener una oportunidad igual de ser incluido en la encuesta.
Las técnicas de muestro son variadasy complejas, su objetivo es asegurarse de que los resultados de la muestra reflejarán con exactitud las opiniones de la mayoría del electorado más grande del cual se ha sacado la muestra.
3. Formulación del cuestionario
Los cuestionarios se basan en las hipótesis de que existen algunas relaciones entre las características del elector, como la edad, el sexo, el lugar de residencia o la ocupación y las actitudes políticas. Contienen preguntas cerradas, que son aquellas en las cuales el entrevistado escoge una de las opciones que se le presentan; y abiertas, en las que existe libertad de contestar lo que se desee.
Deben formularse a partir de los requerimientos de información de la encuesta, por lo que todas las preguntas incluidas deben estar dirigidas hacia los objetivos que se esperan cumplir con la información que se recabe mediante las entrevistas.
Un cuestionario es más efectivo si se diseña alrededor de la pregunta central más apropiada que determina la lógica del cuestionario, a la cual contribuyen todas las demás preguntas. Asimismo, el orden de las preguntas debe principiar con las más fáciles y generales para concluir con las más específicas y difíciles, de modo que constituya una estructura lógica que facilite la paulatina confianza del entrevistadoy permita la fluidez de la entrevista.
La idoneidad y precisión de las preguntas es fundamental para el procesamiento de los datos y la calidad de los resultados de la encuesta, así como para su costo, el cual se incrementa en la medida que se incluye mayor número de preguntas. Cuando las opiniones son firmes, la redacción de las preguntas no provoca una gran variación de las respuestas, pero sí llega a sesgar las respuestas cuando las opiniones no son firmes, en cuyo caso, según como se plantee su redacción, se pueden obtener diferentes respuestas a la misma pregunta, de ahí la necesidad del cuidado que debe tenerse al formular las preguntas.
Es regla general hacer una aplicación"piloto" a una parte pequeña de la muestra del electorado con el propósito de constatar el funcionamiento de las preguntas formuladas.
4.Realización de la entrevista.
Las entrevistas pueden realizarse por correo, por teléfono o personalmente. Por correo carecen de interacción y la gente las contesta poco. Las entrevistas telefónicasson menos costosas, pero tienen sesgos porque sólo se incluye a quienes disponen del servicio. Las entrevistas personales tienen el más alto porcentaje de respuestas y permiten controlar el grado de sinceridad, pero son las más costosas y exigen cualidades y entrenamiento del entrevistador; pueden hacerse en la calle o en el domicilio, sin embargo, se dificultan en la calle porque muchos se niegan a detenerse; las más representativa son las domiciliarias, pero son las más caras. La realización de las entrevistas requiere de habilidades especiales para no inducir las respuestas y obtener toda la información deseada.
5. La tabulación.
Consiste en la cuantificación de las respuestas. Generalmente, desde el mismo diseño del cuestionario se establece una codificación que facilita la tabulación respectiva. Cuando se usan preguntas abiertas, se necesita establecer categorías para agrupar las respuestas y hacer posible su tabulación.
6. Análisis e interpretación de los resultados.
Puede reducirse a la presentación de las proporciones de respuesta que tuvo cada pregunta, o bien realizar "cruces" entre los datos obtenidos. Estas tabulaciones cruzadas determinan sustancialmente el significado de los resultados, por ejemplo, si un candidato está apoyado por las amas de casao los jóvenes desproporcionadamente.
Todas las encuestas difieren en cuanto a su calidad y énfasis en la simple descripción de un momento o en la explicación de causalidad de lo que encuentran. Asimismo, las encuestas son diferentes según sus propósitos y alcances, de los cuales se deriva el método, los recursos y el tiempo necesario para su realización. Además, todas las encuestas son azarosas, en todas sus etapas se pueden cometer errores. El costo de las encuestas depende del tamaño de la muestra, de lo largo del cuestionario, del método de muestreo utilizado y de la reputación de quien la haga.
c. Confiabilidad de las encuestas
Para evaluar la confiabilidad de una encuesta deben juzgarse los siguientes factores:
1) La identidad de quien la realiza y su trayectoria como encuestador.
2) La exactitud de la redacción utilizada en las preguntas.
3) El cuidado que se ha tenido para definir el universo de la encuesta.
4) El tamaño de la muestra y el método mediante el cual se determinó.
5) La proporción de la muestra que realmente respondió a la encuesta, especialmente en encuestas por correo en las que se observa una baja respuesta.
6) El grado en el cual los resultados particulares están basados en toda la muestra o en pequeñas partes de ella.
7) La manera en la cual se hizo la entrevista: cara a cara, por correo o teléfono.
8) El tiempo en que la entrevista fue realizada, ya que frecuentemente, los sucesos hacen cambiar las opiniones de la gente .
D. Tipos de encuestas
En general pueden distinguirse los siguientes tipos:
1. Las destinadas a los medios de comunicación y cuyo fin es su difusión. En la democracia, es frecuente que los resultados de las elecciones sean inciertos y las encuestas satisfacen la necesidad de la gente de saber anticipadamente qué es lo que puede suceder. Es por eso, que los periódicos realizan encuestas a efecto de aminorar la incertidumbre de sus lectores y crear noticias con sus resultados. De este modo, las encuestas incrementan la información de que dispone el elector para decidir su voto.
Con este propósito, se trata de difundir información oportuna y veraz, tanto para que el votante pueda tomar sus decisiones electorales, como para que conozca lo más pronto posible los resultados de una elección (encuestas de salida).
2. Las realizadas por las instituciones académicas y que tienen como objetivo incrementar el conocimiento acerca de la manera como se comportan los electores.
3. Las aplicadas o pagadas por partidos y candidatos, cuyo propósito es fundamentar sus estrategias de campaña (encuestas de campaña).
4. Las pagadas por los grupos de interés y empresas que necesitan saber cómo piensa el electorado para planear sus operaciones futuras.
e. Las encuestas y los pronóstico electorales
Las encuestas tratan de captar una realidad en un tiempo y espacio determinado, de modo que si esa realidad cambia intempestivamente, sus resultado pierden validez para representar la nueva situación. Por eso, sea por errores metodológicos, de realización y de interpretación, o por el cambio de última hora de la opinión de los electores, las encuestas han mostrado grandes insuficiencias para pronosticar los resultados electorales.
En Estados Unidos, en 1936, la revista Literary Digest realizó una encuesta que dio el triunfo a Alf Landon, en lugar de Roosevelt. Más de diez años después, en 1948, las encuestas dieron por ganador a Dewey frente a Truman. En Inglaterra, en 1970, registraron la victoria del Partido Laborista y ganó elConservador. En estos dos casos últimos, los resultados de las encuestas no se desviaron notablemente de la realidad, pero fallaron al señalar al ganador; lo que sucedió fue que siempre hay la posibilidad de cambios de última hora en la opinión de los votantes, cambios que aunque menores en una elección muy cerrada pueden decidir la victoria; por eso, entre más grande sea la diferencia entre el número de preferencias expresadas a favor de cada candidato, mayor será la certeza de que el resultado de la elección pueda ser predecible. Así, en Francia, poco antes de las elecciones, Mitterrand expresó al ver que no era el primero según las encuestas: "La opinión pública es como el viento, cambia de dirección varias veces en el mismo día". Giscard, favorito en las encuestas, salió derrotado en la realidad.
Al respecto, escribe María de las Heras (Uso y Abuso de las Encuestas): "Las encuestas electorales no son un pronóstico...la comparación con los resultados electorales, en realidad no nos dice nada. Por lo común, llega un momento durante las campañas electorales en el que la decisión de los electores se vuelve estable, es decir, ya estando cerca el día de la elección la mayoría de los electores ya saben por quien va a votar, y esta decisión no cambia en los pocos días que faltan antes de la elección. Por eso los resultados de las encuestas preelectorales se parecen a los resultados electorales, no porque sean un pronóstico, sino porque miden una situación en un momento dado que se parece mucho a la situación del día de la elección". Pero este no es el caso cuando millones de electores permanecen indecisos (como durante la elección del Presidente Reagan en 1980) y se deciden en el último minuto.
En suma, el carácter predictivo de las encuestas depende de si la opinión captada cambia entre el momento de su realización y el día de la jornada electoral. Cuando la opinión es estable pueden predecir los resultados electorales.
f. Las encuestas y la democracia
Las encuestas, cuando se publican ampliamente pueden convertirse en un factor activo en la formación de la opinión que tratan de captar, de modo que las encuestas que Gallup llamó "el pulso de la democracia"pueden erigirse en el amo de la opinión pública, y si las encuestas determinan la opinión pública, siempre existe la tentación de usarlas para influir en la misma con fines propagandísticos.
Lógicamente, las encuestas influyen en los electores que carecen de una afiliación e identificación de partido, pero que tienen acceso a los medios en los cuales se difunden, un estudio realizado en Inglaterra mostró que en las elecciones de 1997, el 2% de los votantes decidieron con base en las encuestas, cifra determinante en una elección muy reñida. También influyen en los candidatos y campañistas que están especialmente al tanto de las mismas y las consideran en sus decisiones.
Por eso los partidos y candidatos se traban en una guerra de encuestas para demostrar quién es el puntero en el favor del electorado, a pesar de que en la mayoría de los casos, como señala María de las Heras, "es absurdo concluir que está ganando porque ha aumentado en un mes dos puntos, si se están manejando niveles de error estadístico de 5%". Se "cuelan" a la prensa resultados parciales, descontextualizados o distorsionados de encuestas privadas con el objeto de tratar de manipular a la opinión pública a favor o en contra de un candidato. Se convierten así en un medio de propaganda electoral, producto de una industria sin estándares éticos.
Así se acusa a las encuestas de interferir en los procesos democráticos al fomentar el efecto "bandwagon", de "desvalido" o el "voto táctico" y se demanda el establecimiento de códigos de ética que impidan la publicación de encuestas sin ninguna validez y que sólo confunden a los electores.
Además, se reprocha a las encuestas ser el principal instrumento para "fabricar" candidatos porque permiten conocer lo que la gente espera de ellos y "diseñarlos" a su medida. Asimismo, las encuestas desalientan a quienes de otro modo, podrían llegar a ser excelentes candidatos cuando les asignan pocas oportunidades de ganar. De igual modo, se señala que fomentan el pragmatismo y oportunismo porque muchos políticos se dejan llevar por lo que la gente dice, más que por sus principios y la objetividad que requiere la solución de los problemas.
También las encuestas constituyen una molestia para el público e invaden su privacidad. Por correo, por teléfono o personalmente, la gente es presionada para que conteste preguntas que caen dentro de su vida privada, que violan el secreto del voto.
Sin embargo, también se argumenta que el deseo de un elector de conocer la conducta probable del electorado puede ser completamente racional, y gracias a las encuestas, puede conocer información razonablemente precisa acerca de cómo piensan los demás electores, de modo que tiene la oportunidad de entender lo que puede significar su voto antes de sufragar. Que una elección no debe ser un juego de adivinanzas para los ciudadanos.
En varios países han existido intentos de legislación para regular a las encuestas, aunque en muy pocos de ellos se han promulgado medidas más allá de prohibir su publicación cercana a la jornada electoral, como en México, Francia y España. Además de su posible reglamentación, se considera que a largo plazo, la solución a este problema será la paulatina profesionalización de los realizadores de encuestas y la educación del público para evaluarlasy criticarlas.
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