Se refiere a las diferentes estrategias y tácticas a que recurren los grupos de interés para actuar directamente en las campañas electorales, con el propósito de que se apoyen sus preferencias políticas o de asegurar acceso si se obtiene el triunfo y aumentar su capacidad de cabildeo.
Los grupos poseen recursos muy valiosos para los candidatos. Por su carácter de grupo, sus miembros están muy bien integrados debido a que se comunican sistemáticamente, lo que les permite estar al tanto del desempeño de los distintos candidatos en contienda y eventualmente realizar acciones conjuntas, a la vez que también son electores individualmente. Asimismo, el grupo puede disfrutar de autoridad para aprobar o descalificar la figura de un personaje público, lo que puede influir en la decisión que tome ciertos sectores del electorado. Además, suelen disponer de recursos financieros, materiales y humanos.
Cuando el grupo valida la candidatura de una persona por lo regular la apoya con recursos económicos mediante comités de financiamiento. También puede apoyar a un candidato con personal para que se incorpore a su equipo de campaña.
El "electorerismo " puede hacer que los grupos ayuden a que se elijan candidatos que apoyen sus demandas políticas; con lo cual, aumentan su capacidad de presión efectiva.
En el pasado la práctica del "electioneering" se relacionaba con el uso de la intriga o de la presión para obtener votos. Es posible que haya sido Edmund Burke, conservador inglés, quien acuñó el término en tiempo de la Guerra Revolucionaria .
En la actualidad, el término tiene una connotación negativa similar a la de"ser aprovechado". En Estados Unidos, por ejemplo, existen advertencias en las casillas de votación que dicen no realizar "electioneering" entre este punto y las urnas (por lo general, la distancia es de 50 yardas).
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