Es la práctica de dividir el voto entre candidatos a distintos cargos de diferentes partidos durante una misma elección; por ejemplo, para diputado local por el PRI y para gobernador por el PAN. También se le llama "voto cruzado", quizás .porque en algunas boletas electorales para votar de esta manera se tiene que "cruzar" la mano de una a otra lista de candidatos que presentan los partidos.
Esta práctica es positiva para algunos, porque se vota por el mejor candidato una vez que se han examinado sus cualidades y propuestas, lo cual se acerca más al ideal de la representación democrática y no se recurre a la simple decisión de votar por un partido en abstracto. Para otros es negativa, porque el votante puede ser fácilmente engañado por la personalidad y la labia de los candidatos y porque los individuos importan menos que las soluciones a los problemas; además, si esta práctica es adoptada por una gran cantidad de electores, se debilita la responsabilidad de los partidos y del gobierno, y se obstaculiza su acción expedita, cohesiva y disciplinada, como sucede cuando el legislativo es controlado por un partido y el ejecutivo por otro (gobierno dividido).
Existe más probabilidad de que los electores independientes escindan sus votos cuando ellos no se identifican con ningún partido, aunque también sucede que los miembros de un partido dividan su voto como rechazo a candidatos poco atractivos. Por eso, la estrategia que siguen algunos partidos para disuadir a los votantes de escindir sus votos es nominar en las candidaturas principales (presidente o gobernador, por ejemplo) a alguien con gran popularidad, para que provoque un efecto de "coleo", es decir, empuje a la victoria al resto de los candidatos que también se presentan en la misma elección (senadores y diputados, por ejemplo).
La práctica de escindir el voto entre candidatos de diferentes partidos tiene su origen en las elecciones norteamericanas. Durante el siglo XIX, las boletas electorales eran emitidas, en la mayoría de los estados, por los propios partidos políticos, lo que dificultaba la escisión del voto. Sin embargo, cuando al siguiente siglo se sustituyeron las boletas de los partidos por las impresas por el gobierno, o papeleta "australiana", los votos comenzaron a escindirse de manera creciente. Según Bogdano, el credo político liberal norteamericano fomenta aún más la escisión del voto al resaltar las virtudes de la independencia política y del voto por "la persona y no por el partido"..
En las elecciones presidenciales del 2000, en México, 1,773,488 electores votaron por Fox, pero no por los candidatos a senador de su Alianza para el Cambio y al revés, no votaron por los candidatos presidenciales del PRI (Labastida) y de la Alianza por México (Cárdenas) pero sí por su senadores 131,393 y 773,404 electores respectivamente.
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