Es la investigación motivacional del voto, que va más allá de la mera intención de por quién votará una persona. Se basa en el supuesto de que las opiniones y actitudes de la gente, estudiadas a lo largo de su comportamiento previo a las elecciones, y vinculadas a sus características socioeconómicas, ayudan a los investigadores a predecir la manera en la que esa gente votará y, lo más importante, qué llamados o estímulos políticos la pueden hacer votar de otra manera.

El término "votación de profundidad" fue adoptado por algunos expertos en comunicación política cuando " la investigación de la motivación" adquirió una mala imagen debido a la crítica de autores como Vance Packard.