'Son los votos válidos emitidos por electores que marcan su boleta caprichosamente, sin considerar quien es el candidato o cuál es el partido que representa. Actúan así porque son funcionalmente analfabetas, o les falta información o motivos para decidir entre candidatos y partidos, o bien consideran una imposición hacerlos acudir a las urnas y desean cumplir con esta obligación lo más rápidamente posible y retirarse de inmediato.
Se cree que el término se originó en Australia, en donde el fenómeno se ha observado de manera importante, auspiciado por el voto obligatorio (que consiste en que el voto es una obligación legal cuyo incumplimiento merece penalidades y no una norma del buen ciudadano), boletas complicadas y una alta competitividad entre los partidos.
Esta manera de votar da ventaja a los partidos y candidatos colocados en la boleta en los primeros lugares, pues este tipo de electores sólo lee los primeros nombres e inmediatamente vota sin mayor reflexión.
En algunas investigaciones se ha encontrado que si un candidato encabeza los nombres impresos en la boleta tiene mayores probabilidades de ganar, pues los "votos de asnos" le dan una ventaja de 2% a 3% del total de votos válidos. Si la elección es muy competida, con estos votos se garantiza la victoria.
Es por eso que en algunos sistemas se sortea el lugar de los distintos candidatos en las boletas; o bien, el nombre de cada uno de los candidatos aparece en cada especio posible en la boleta electoral igual número de veces en igual número de boletas. Así nadie puede sacar ventaja de los votos de asnos.
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