Comprende todas las actividades y decisiones que llevan a cabo los ciudadanos, los partidos políticos y las instituciones electorales, y que van desde la convocatoria para la competencia electoral hasta la expedición de constancias a los candidatos ganadores de una contienda. Implica la idea de una serie de actos secuenciales mediante los cuales progresa una decisión final que expresará la voluntad del electorado por medio de votos, y que al mismo tiempo es el medio y la garantía del libre ejercicio electoral y de la autenticidad de sus resultados.
Señalan Woldenberg y Becerra que "el proceso electoral es la condición y expresión práctica de la democracia...En él se manifiestan las opciones, las ideas y la fuerza de los actores (partidos o agrupaciones) que aspiran al gobierno o a los cargos legislativos, pero también y sobre todo en el proceso electoral cristaliza la participación y la decisión de los ciudadanos en torno a quienes deben ser sus gobernantes y legisladores...es el momento fundamental de participación política en las democracias modernas".
En términos generales las etapas de este proceso son:
1) Integración de los organismos electorales.
2) Establecimiento de límites de los distritos electorales.
3) Determinación del número y ámbito de las circunscripciones electorales.
4) Convocatoria a celebrar comicios.
5) Registro de candidatos.
6) Campaña electoral.
7) Votación.
8) Cómputo de los votos.
9) Expedición de constancias a los candidatos electos.
Los sujetos del proceso electoral son los partidos registrados y sus alianzas, los candidatos postulados por los mismos, el cuerpo electoral y los órganos y tribunales electorales.
Si la población considera que los procesos electorales son efectivos para elegir a sus representantes, las campañas pueden contar con un ambiente más favorable y participativo. De lo contrario, los actos resultarán desairados y la propaganda percibida como hueca e ineficaz. La credibilidad en el proceso electoral y, sobre todo, el respeto al voto son determinantes para romper la inercia del abstencionismo y de la apatía política. Las estrategias de las campañas, dado el caso, deben tomar en cuenta lo anterior para buscar mayor atracción del electorado y reforzar la credibilidad del proceso electoral en el que compiten.
No hace mucho tiempo, en América Latina, los procesos electorales todavía padecían de la falta de credibilidad por parte de los ciudadanos, ya que con frecuencia estos resultaban ser fraudulentos, se suspendían, o bien participaban únicamente grupos privilegiados.
En México, el proceso electoral para la elección de presidente de la repùblica, comprende las siguientes etapas:
1) Preparación de la elección;
2) Jornada electoral;
3) Resultados y declaración de la validez de las elecciones; y,
4) Dictamen y declaración de validez de la elección de Presidente Electo.
El proceso se inicia legalmente en la primera semana del mes de octubre del año previo al de elecciones, la jornada electoral se realiza el primer domingo de julio del año de la elección y concluye con el dictamen y declaración de validez de la elección y en su caso, de Presidente electo, o bien cuando se hayan resuelto los medios de impugnación que se hubieren interpuesto.
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