Es la tendencia de la prensa a cubrir las elecciones como si fueran carreras de caballos: quién va adelante, quien puede tropezar, quién es de carrera larga, etc. conforme a las encuestas u otros indicadores como el tamaño de los mítines, debates, etc. Se describe así a los candidatos como punteros, "caballos negros", etc. Se trata de responder, de este modo, a la necesidad de captar al gran público mediante el "dramatismo" de las carreras de caballos que pueden ser entendidas por cualquier persona, al mismo tiempo que se proyecta una imagen de objetividad periodística, al fundamentar la información en datos aparentemente objetivos, como son los resultados de las encuestas.
', 'Según Thomas Patterson (The Mass Media Election), el carácter de la televisión como medio de entretenimiento sustenta este tipo de periodismo.
El uso de esta metáfora deportiva, al sólo enfatizar quién gana y quién pierde, ignora la sustancia de la competencia electoral (partidos, plataformas y personalidades en pugna) y afecta también a la opinión pública, pues los candidatos únicamente se pueden fortalecer cuando exceden las expectativas que ha difundido la prensa, por ejemplo, en un debate televisado; en tanto que si fracasan en igualar lo que la prensa espera, resultan sumamente afectados.
Señala Arterton (Las estrategias informativas de las campañas presidenciales): "Para los periodistas, la predicción de la carrera de caballos es un elemento principal de sus reportajes de campaña. La proyección de éxito o fracaso es una fuente de interés constante. En contraste, otras posibilidades, como la discusión sobre la personalidad o el carácter del candidato, sus posiciones en política pública, o los grupos de apoyo que pueden salir beneficiados bajo distintos presidentes, son difíciles de reportar. Las cuestiones relativas a la carrera de caballos siempre están cambiando y son excitantes".
Es claro que el "periodismo de carreras de caballos" no contribuye a la democracia y sí fomenta la despolitzación de las masas, ya que reduce la política a meras luchas personales por el poder y no considera su importante papel en la solución de los problemas que vive una sociedad y en las posibilidades de un futuro mejor para todos.
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