Su interés se enfoca en la protección ambiental, la estabilidad ecológica y la calidad de vida. Consideran que la modernización de las sociedades industriales autodestruye la tierra y la vida humana a consecuencia del crecimiento económico ilimitado y por los efectos perjudiciales de la tecnología. Aparecieron en los años 60s y 70s como parte de los denominados nuevos movimientos sociales, principalmente en Italia e Irlanda.
Los partidos verdes alemanes "Die Grunen" han sido los más influyentes y exitosos, en parte porque se aliaron a otras organizaciones populares tanto de su país como del exterior. Empezaron a participar en elecciones locales y en 1980 se integraron como partido. En 1983 captaron arriba del 5% en las elecciones de la "Bundestag" ganando 27 asientos. Su mejor momento fue en 1987 cuando obtuvieron el 8.2 % de los votos ganando 46 asientos. Petra Kelly fue su líder más distinguida.
Los partidos verdes consiguieron más legitimidad en Europa a fines de los ochenta a consecuencia del accidente nuclear en Chernobyl en 1986. Así, en Gran Bretaña el Partido de la Ecología alcanzo casi el 15% de los votos. Sin embargo, en los noventa los partidos verdes entraron en crisis perdiendo representación en los parlamentos, en Alemania en 1990 y en Suecia en 1991. El problema de los partidos verdes fue que se integraron con grupos de muy amplia variedad de perspectivas ideológicas lo que ocasionó profundas divisiones en su interior.
La mayoría de la gente que votaba por los verdes eran simples simpatizantes medioambientalistas cuyo mayor interés era que el gobierno dictara políticas para la conservación de la naturaleza. Sin embargo, había partidarios más activos y radicales que tenían en mente cambiar las bases de la sociedad. En este radicalismo se combinaban posturas neomarxistas, feministas y anti-industrialistas reaccionarios. Esto hizo que los "Die Grunen" se dividieran en realistas ("realos") y fundamentalistas ("fundis"). Mientras que los primeros buscaban influir sobre la política ambiental, los segundos querían ir más allá modificando las pautas generales de organización de la sociedad. Aunque lograron su propósito de mantener al movimiento verde como una fuerza social cultural radical, perdieron su papel como partido político influyente.
Hay partidos verdes de izquierda y conservadores. Los primeros ligan la ecología con cambios fundamentales de política. Para ellos la política debe basarse en principios ecológicos, lo que significaría redefinir la relación entre la gente y su ambiente de vida; respecto a la sociedad, los principios ecológicos implican igualdad de oportunidades para el hombre y la mujer, para los inmigrantes y para los minusválidos. En lo económico, el socialismo ecológico exige a las empresas utilizar tecnologías de seguridad y cumplir las normas de contaminación impuestas por el Estado. En lo político, aboga por la democracia popular en la toma de decisiones.
Por su parte, los conservadores sólo se centran en una cuestión: la crisis ecológica. Promueven un ajuste entre un modo de vida y un uso de la tecnología que restaure la estabilidad entre la gente, la actividad económica y la naturaleza. Han adoptado estructuras jerárquicas convencionales y no les interesan las instituciones democráticas.
El sector que predomina es el de la izquierda y se cobijan bajo la corriente de la Nueva Política. Esta última promueve un cambio de valores en las sociedades industrialmente avanzadas. Su argumento es que a partir de 1960, las necesidades materiales declinaron como la fuerza dominante en la vida de las personas, por lo que los asuntos no materiales toman más importancia. Esto ha dado forma a un nuevo movimiento de protesta conocido como postmaterialismo: la protección medioambiental, interés por eliminar las armas nucleares, la autorrealización y la igualdad emergen como asuntos prioritarios entre los jóvenes.
La base social del gran voto verde se compone de personas de clase media de la ciudad bien educados y formados o empleados en la enseñanza, cuya conciencia crítica difiere de la del ciudadano promedio. En Alemania por ejemplo, los que votan por los "Die Grunen" tienden a ser académicos, intelectuales y críticos del sistema capitalista.
Han ganado representación parlamentaria únicamente en sistemas políticos con representación proporcional, como en Suecia, Bélgica, Finlandia, Luxemburgo, Austria y Suiza. En Alemania los verdes han sido miembros de la coalición de gobierno con el Partido Alemán socialdemócrata en las regiones de Hesse y Berlín. En el Parlamento europeo los miembros elegidos de los verdes proceden de Dinamarca, Italia Bélgica, España, Francia y Alemania.
Estadísticas del Partido Verde en Canadá
www.greenparty.ca
Porcentaje de votos de 2004 en relación al número de votos en 2000 |
Green Party |
NDP |
Bloc Québécois |
Liberal Party |
Conservative Party
(combined PC & Canadian Alliance) |
+458% |
+93.6% |
+21.4% |
-5.6% |
-17.4% |
|