Andrés Manuel López Obrador (izquierda) y Jesús Ortega levantan las manos a Yeidckol Polevnsky, candidata a la gubernatura del estado de México FOTO Agencia MTV/José Alberto Rosales Domingo 17 de abril de 2005
Es el respaldo formal y público otorgado a un candidato por un partido político, por celebridades de la política y el mundo del espectáculo, por un editorialista, etc. Algunos avales tienen más peso que otros y muchos pueden ser contraproducentes porque pueden exhibir a un candidato como un instrumento de intereses especiales, de algún rico empresario, por ejemplo.
El acto de avalar tiene como propósito hacer una transferencia del prestigio y de la popularidad de quien otorga el aval hacia el candidato que lo recibe. Es una manera de señalar que una persona que goza de reconocimiento en una comunidad responde por la conducta de otra y la respalda. De ahí que valga el respaldo que da al avalado.
Los candidatos emplean sus avales de diversas maneras: para exhibirlos como sus acompañantes en los actos de campaña, como oradores o firmantes de cartas y desplegados de apoyo, y aun como elemento principal de la propaganda gráfica, de radio y de televisión. Se trata de que el elector, poco interesado e informado de la política, tome ese aval, otorgado por una persona que le merece respeto, como un atajo para decidir su voto. Lógicamente, para los candidatos poco conocidos y prestigiados resultan más valiosos los avales.