CONTRA LAS ASPIRACIONES PRESIDENCIALES DE UNA PRIMERA DAMA
Llegó al poder por la vía conyugal lo cual no se puede aceptar como una manera legítima de conseguirlo en una sociedad democrática.
Se considera parte de una "pareja presidencial" y como tal se presenta ante la opinión pública como "la otra cabeza de la presidencia de la República", siendo que en México las leyes no contemplan la existencia de un poder ejecutivo compartido ("Se votó por un presidente y no por una dupla para dirigir los destinos del país" dice Elías Martínez ), ni que las decisiones se tomen entre varias personas ("El presidente puede consultar con quienquiera, con su esposa o con la almohada, pero la responsabilidad en la toma de decisiones es sólo suya" afirma Martí Batres).
Ha mostrado un "tozudo empeño" en ejercer el poder y la influencia.
Se ha negado a cumplir con las tareas que tradicionalmente desempeñaron las primeras damas, para las cuales, aunque no existe reglamentación ni ordenamiento jurídico alguno que las señale –o como dice Alicia Téllez Sánchez "no hay funciones para una persona de esta naturaleza" - sí existen "usos y costumbres" (los cuales, son también "acuerdos sociales vinculantes" ) y "paraguas de legitimidad" y ambos tienen que ver con encabezar ciertas estructuras burocráticas de tipo asistencial, particularmente las instituciones para la infancia y la familia.
Decidió lo que quiere hacer y cómo lo quiere hacer sin que le importe "si en el ámbito social en el que se mueve eso es aceptado", ni si sus actividades se integran a una política nacional general y sin que nadie pueda decirle si es lo que hace falta, lo que sirve o conviene, lo que los "beneficiados" desean o necesitan.
Sara Sefchovich. VEINTE PREGUNTAS CIUDADANAS A LA MITAD MÁS VISIBLE DE LA PAREJA PRESIDENCIAL CON TODO Y SUS RESPUESTAS (TAMBIÉN) CIUDADANAS.
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