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Lázaro Cárdenas Batel, es el más reciente representante de la dinastía Cárdenas (nacido en 1964), gobernador del estado de Michoacán en México. Es hijo de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, miembro fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y tres veces canditado a la presidencia de México por el mismo. También es nieto de Lázaro Cárdenas del Río, presidente de México en la década de 1940, conocido principalmente por ser el artífice de expropiar el petróleo. Lázaro Cárdenas Batel estudió en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, de 1983 a 1987. Participó en la formación del Frente Democrático Nacional entre 1987 y 1988 y es miembro fundador del Partido de la Revolución Democrática.

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D'HONDT METODO
DAÑOS, CONTROL DE
DEBATE POLITICO
DECISION
DECISION COLECTIVA
DECISION O ELECCION RACIONAL, TEORIA DE LA
DECISION POLITICA
DECISION POPULAR
DECISION PUBLICA
DEDAZO
DEFERENCIA, TEORIA DE LA
DEFINICION, MOMENTO DE
DELITO POLITICO
DEMAGOGIA
DEMANDAS
DEMOCRACIA
DEMOSCOPIA
DEPORTIVA, METAFORA
DERECHA
DERECHA, NUEVA
DERECHO ELECTORAL
DERECHOS CIVILES
DERECHOS HUMANOS
DERECHOS POLITICOS
DESINFORMACION
DESOBEDIENCIA CIVIL
DESPOLITIZACION
DESTAPE
DESVALIDO (UNDERDOG), EFECTO DEL
DIALOGO
DINASTIA
DINOSAURIO
DIPUTADO
DIRIGENTE POLlTlCO
DISCRIMINACION POLITICA
DISONANCIA, TEORIA DE LA
DISTINTIVO
DISTORSION
DISTRITO COMPETIDO
DISTRITO ELECTORAL
DISTRITO PLURINOMINAL
DISTRITO SEGURO
DISTRITO UNINOMINAL
DISTRITOS INDICADORES
DOBLE BOLETO
DOBLE LENGUAJE
DOCUMENTACION ELECTORAL
DOGMATISMO
DOWNS, MODELO DE ELECCIÓN DE
DR. FELL, SINDROME DEL
DUVERGER, LEYES DE

 
  Adquiera  


DINASTÍA

Proviene del latín dynasta que significa príncipe o señor que reinaba subordinado a otro soberano y se aplicaba a la familia real en el sistema monárquico, de modo que se refería a los integrantes de la misma estirpe que en forma periódica asumían la corona y condicionaban la política a sus propios intereses.

También se define como:

1) La sucesión del poder político entre los miembros de una sola familia, quienes heredan el gobierno de su país de un antepasado común.
2) El período durante el cual reinaban una serie de monarcas o emperadores del mismo linaje.

A lo largo de la historia de muchos países se encuentran grandes dinastías que gobernaron por siglos, ya que todas las antiguas monarquías se consideraban depositarias del poder divino, el cual transmitían a sus descendientes por el solo hecho de serlo. En el proceso hubo muchas guerras y conflictos armados por disputas de territorio, que producían como consecuencia el cambio del poder de una familia a otra, lo cual también se lograba a través de alianzas matrimoniales.

Los bienes y las tierras se heredaban con el trono o se obsequiaban como dote, por lo que muchas dinastías extendían su dominio a varios estados como el caso de los Borbón, de origen francés que reinaron sobre Francia, España, Nápoles y Parma durante muchos siglos, situación que se conoce como política internacional dinástica, que son los bloques políticos entre países regidos por herederos de una misma dinastía. Algunas dinastías son : Los Tudor en Inglaterra que gobernaron entre 1485 y 1603, la familia real Valois en Francia quienes conservaron el poder entre 1328 y 1498, otros ejemplos son los Borbones, Merovignia, Carlovignia, Capetos, Habsburgo, Estuardos, Hohenzollern, Nassau, Bernadotte, Holstein -Glucksburgo.

En el lenguaje popular el término se ha restringido a las familias del antiguo Egipto y a sus etapas sucesivas de gobierno y en menor proporción a sus similares emperadores chinos pese a que estos últimos tuvieron dinastías que en conjunto duraron casi 4000 años: Hio, Shang, Shang, Chou, Tsin, Han, Han oriental, Wei, Tsin occidental, Suy, Tang, Liang, Ming y Ching.

Las revoluciones liberales fueron acabando poco a poco con las dinastías y los regímenes monárquicos. Apenas a fines del siglo XVIII, con la revolución francesa, se inició la instauración de gobiernos republicanos donde la voluntad popular es el origen del poder y, la elección el camino para ejercerlo. Esta nueva forma de gobierno proclamó la igualdad de todos los hombres y por tanto ninguno puede gobernar a sus semejantes por derecho divino ni entregar el poder político como herencia a sus familiares.

En la actualidad y dado que se sigue presentando el fenómeno de la transmisión del poder entre miembros de las mismas familias, aunque sea por " elección popular ", en Estados Unidos (en donde los Adams y los Bush, padre e hijo, han ocupado la presidencia de la república) la palabra dinastía se sigue utilizando, para designar a los grupos con vínculos de parentesco que buscan el poder o ejercer influencia política y detentan posiciones en el gobierno por un largo tiempo, tales como los Livingston, Washburn, Harrison, Tucker, Roosevelt y Kennedy, entre otros.

En México, los apellidos Alemán, Bartlet, Batres, Calderón, Cárdenas, Del Mazo, De la Madrid, Echeverría, Farías, Fernández Ceballos, Figueroa, García Estrada-Medina, Gómez Mont, González Torres-Martínez, González Parra, Hank, Ling, Lugo, Madrazo, Rojo, Rosell, Sánchez Anaya, Vicencio, etc. ejemplifican la tendencia hacia la formación de dinastías políticas. A nivel de los estados las tendencias dinásticas han sido más notorias en Hidalgo, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Tabasco, Veracruz y Zacatecas, en donde padres e hijos y hasta hermanos y nietos, han ocupado la gubernatura por elección popular.

El origen de esta supremacía es su alta posición social y económica que les ha permitido mantenerse dentro de la élite política a partir del fundador de la dinastía política. Obviamente esta posición y los vínculos políticos que genera, otorgan ventaja en la obtención de candidaturas en relación a los demás aspirantes. Las tendencias dinásticas son más acentuadas en una sociedad estática y oligárquica, de oportunidades desiguales para los distintos estratos sociales, cuya actividad política está limitada a las clases superiores y es proclive al nepotismo.

Para Esteban David Rodríguez (DERECHO DE SANGRE, Historias familiares del poder público en México) “el derecho de sangre ha sido central en la reproducción de la clase gobernante, cuyo ejercicio acota la circulación de las oligarquías en el poder y su consecuente, siempre sana, renovación...Ahora bien, muchos de los miembros de estas familias ciertamente han sido grandes personalidades, trabajadores esforzados, constructores de instituciones, aunque también los ha habido holgazanes, ladrones, usureros y corruptos...Pero el cuestionamiento no estriba en eso: lo verdaderamente importante es la igualdad de oportunidades en el acceso al poder, en un país que presume democracia desde 2000, pero en el que sigue prevaleciendo el derecho de sangre...Cada miembro de estas familias asegura que jamás ha tratado de hacer valer su apellido en una asamblea, en una postulación. Pero no es necesario: la inercia, el contexto y los vacíos e instrumentos legales apuntalan el cumplimiento de ese hecho...Si hay familias panistas con más de cincuenta años en el Poder Legislativo, priístas con siete u ocho gubernaturas en la familia, o partidos como el Verde, en el cual el hijo hereda directamente del padre la dirigencia de ese organismo; si en cada Estado de nuestro país hay uno, dos o más mandamases que heredaron el puesto dirigente a sus hijos, sin duda que todo ello no se ha reproducido en una realidad social equilibrada...La existencia de esos hechos implica la inexistencia de un cabal orden democrático. La transición cultural de México a la democracia es aún asignatura pendiente, urgente”.

En las elecciones, la pertenencia a una familia de políticos puede facilitar el reconocimiento del nombre y desde luego, el aprovechamiento de la buena imagen del fundador de la dinastía y de sus sucesores más distinguidos, si es que el apellido tiene algún significado positivo en la memoria del electorado. A la inversa, también la campaña negativa puede centrarse en la ideología y hechos de la dinastía política para atribuirle al candidato determinadas posiciones e intenciones políticas negativas.