Es el incremento de apoyo a favor de un candidato o partido en una elección provocado, supuestamente, por la comunicación o predicción del resultado probable de la votación que no le será favorable. El efecto del desvalido se da especialmente, si tal derrota es inesperada y si ese incremento de apoyo no hubiera ocurrido o hubiera sido menor, si tal predicción no se hubiera hecho pública. Así, los electores poco movilizados de un candidato en apuros, al conocer las malas previsiones de las encuestas, se sientan movidos a acudir en su apoyo, dándole sus votos o modificando su intención de voto en favor suyo. Este fenómeno se observó por primera vez en la historia de las encuestas con la sorprendente victoria de Truman sobre Dewey en las elecciones presidenciales norteamericanas de 1948. El efecto contrario es el efecto "bandwagon".
Una variante del efecto del desvalido es producto del ataque violento, excesivo e injusto que sufre un candidato y que despierta la indignación de la gente, que como respuesta aumenta su apoyo hacia él. Cuando este tipo de ataques son sucesivos se produce un efecto que algunos identifican como el "fenómeno esponja", en el cada nuevo ataque no sólo no debilita a quien lo sufre, sino provoca que más gente se sume a favor de quien es atacado.
En México, durante la campaña presidencial de 2000, según Cantú (Asalto a Palacio) Fox dejó de atacar a Cárdenas porque los estudios de opinión comprobaban que "cada vez que lo atacaban, los votos del michoacano (Cárdenas) subían en la preferencia del público".