Como fenómeno sociológico, es la abstención generalizada de participar activamente en la política; así, se dice que determinado grupo está despolitizado cuando no se interesa ni toma parte en los asuntos políticos. Varios factores influyen en este tipo de despolitización: desde la actitud de rehuir toda lucha aunque sea por cauces cívicos, el materialismo práctico que busca únicamente la participación máxima en la vida de la sociedad de consumo sin importar la justicia política, el individualismo egoísta que se desentiende de todo problema colectivo, la creencia en la técnica y no en la política como el medio de solución eficaz de los problemas, la frustración por el escaso resultado práctico de las luchas políticas, el desengaño por los escándalos públicos financieros tolerados y solapados por el gobierno, la falta de educación cívica acerca del deber del ciudadano de colaborar a la mejora de la vida social y el temor ante represalias de grupos de presión interesados en que los individuos por ellos controlados no intervengan en política, hasta la marginación social que implica ignorancia y pobreza que se traducen en incapacidad intelectual y material para tomar parte activa en la vida de la comunidad.
La despolitización también significa la tendencia a despojar de significado político a temas y cuestiones de interés general; se trata de dejar fuera de la discusión política determinadas cuestiones con el fin de que su solución no se vea afectada por la pasión política, sino que se maneje de manera más técnica y objetiva.
Asimismo, puede ser un objetivo a lograr por algunas corrientes conservadoras que pretenden dejar fuera de la mirada pública y al arbitrio de la voracidad privada todo, aun aquello que es esencialmente político. Se argumenta, por ejemplo, que los asuntos económicos no tienen color político, que son hechos tan naturales y fatales como la lluvia o la sequía y no el resultado del actuar humano, sujeto a un inevitable fin político . Desde una posición conservadora, la despolitización sería algo natural y estaría prefigurando una sociedad futura en la que desaparecerían los conflictos políticos en su totalidad. Estas ideas tomaron mucha fuerza durante la segunda mitad del siglo XX y aparecieron como una respuesta a la teoría de Marx acerca de la desaparición del Estado en el comunismo. Se basan en la hipótesis de que en los países industriales los conflictos políticos se han mitigado debido a la elevación del nivel de vida y a la relativa abundancia de que disfruta la mayor parte de la población, sin que haya existido necesidad de un cambio estructural. Sin embargo, lo que en realidad se pretende es la inhibición política de las clases más desfavorecidas y soslayar quiénes son los beneficiarios últimos de las políticas supuestamente técnicas y objetivas. En los regímenes totalitarios la despolitización se combina con la restricción de las libertades políticas, como la libertad de expresión, de prensa, de reunión, etc.
Desde la colonia, han existido esfuerzos de despolitización en México: ya el Virrey de Croix señalaba a los habitantes de la Nueva España que debían obedecer y no opinar en las altas cosas del gobierno; poco más de un siglo después, la dictadura de Porfirio Díaz se pronunciaba por "Poca política y mucha administración"; y en la actualidad, los sectores más conservadores condenan la politización de los problemas, aun cuando éstos en cualquier país democrático serían sujetos obligados del debate político.
Hoy se acusa al neoliberalismo de promover la democracia formal ausente de participación popular efectiva, de estimular que la gente se ausente de los partidos y se cancele cualquier debate ideológico para que la mercadotecnia y las audacias publicitarias lo sustituyan; de tratar de borrar las diferencias entre los partidos para que en la uniformidad de posiciones la ciudadanía escoja preferentemente personas y no ideologías ni compromisos, ni raigambre partidaria, lo que ha permitido que políticos de un partido busquen y hasta alcancen posiciones políticas por un partido contrario (transfuguismo político) o que se postulen candidatos apoyados por dos partidos que sostienen posiciones contradictorias. Se acusa a la derecha de fomentar este proceso y a la izquierda de ser su cómplice.
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