Se presenta cuando todos los miembros del partido declaran su fidelidad partidista y la expresan apoyando a su candidato o candidatos en una elección general. Desde un punto de vista técnico, el voto de unidad del partido es aquel en el cual la mayoría de un partido se opone a la mayoría de otro partido.

Por lo general, la unidad del partido se requiere después de la experiencia de una elección primaria muy reñida, la unidad consiste en convencer a los militantes a dejar a un lado las diferencias personales y olvidar los malos sentimientos acumulados en el tiempo.

La unidad del partido también puede verse afectada por la competencia en el proceso de nominación de candidatos. Por eso, en las luchas internas por las candidaturas durante las elecciones primarias, los precandidatos deben cuidar no excederse en los ataques a sus competidores al grado de que se haga imposible la reconciliación y la incorporación al esfuerzo de la campaña general de quienes no resulten nominados. Un partido unido constituye una base muy importante de la que puede partir el esfuerzo de la campaña general. Por el contrario, la división de la militancia partidista puede ser un presagio de la derrota en las urnas. No se debe olvidar que el propósito inmediato de la unidad del partido es causar la derrota del partido adversario.

La unidad del partido requiere que las fracciones disidentes se sometan a la decisión de la mayoría.

La unidad partidista se extiende también a los miembros que se desempeñan en el legislativo para que promuevan las propuestas políticas del partido en ese espacio.