Es una medida para determinar la transferencia relativa del apoyo de uno a otro partido en una división electoral de una a otra elección. Se expresa en términos de porcentaje y es más apropiada para una competencia en que luchan sólo dos partidos.

Fue D.E. Butler, del Nuffield College, el creador del "swing" y lo definió como el promedio resultante, en el reparto del voto, de la ganancia del partido triunfante y la pérdida del partido vencido. En una elección con sólo dos partidos, el valor aritmético de lo que gana un partido es igual a lo que pierde el otro; cuando existen más partidos en competencia el cambio ya no es exactamente complementario.


Para calcular el "swing" de un partido a otro se toma el porcentaje de los votos que un partido ha perdido en comparación con la elección anterior y se le suma el porcentaje de la votación que el otro partido ha ganado respecto a la elección pasada, y luego se divide el resultado entre dos para dar el "swing" al segundo partido. Por ejemplo, en un distrito electoral el partido "Y" pudo haber visto aumentarse su votación desde la elección previa del 25 al 30% y el partido "Z" ha visto su votación reducida del 45 al 38%. El "swing" del partido "Z" al partido "Y" es por lo tanto 5 más 7= 12, divido entre 2, sería 6%.

Si ambos partidos han perdido parte del voto (debido a la existencia de otros partidos en una o en ambas elecciones) entonces el porcentaje perdido del primer partido es descontado del porcentaje perdido del segundo partido, y ese resultado dividido entre dos da el "swing". La comparación estricta de los resultados es afectada por la existencia de terceros partidos y de variaciones en el porcentaje de la votación efectiva en las dos elecciones sujetas a comparación.

Aunque es una fórmula útil tiene dos problemas: 1) Su aplicación es complicada en contiendas en donde intervienen más de dos partidos. Por esa razón su uso es más amplio en Estados Unidos, Australia e Inglaterra; 2) Promedia porcentajes de una cosa (el voto obtenido en la primera elección) con porcentajes de otra (el voto obtenido en la segunda) de modo que el porcentaje resultante no se sabe porcentaje de qué es.

Además, algunas investigaciones han demostrado que la mayoría de los cambios de una elección a otra corresponden a individuos que entran o salen de los votantes porque mueren o cumplen la mayoría de edad, se abstienen o votan, o se mueven de un partido mayoritario a otro menor; los individuos que cambian de un partido grande a otro similar sólo son unos cuantos de todos los votantes que cambian de una a otra elección. En consecuencia, al concentrar todos los cambios, la medida "swing" obscurece más que identifica los diferentes cambios que han tenido lugar.

Las limitaciones del "swing", según Rose, pueden ser superadas si se mide el cambio en los votos para reflejar las "subidas" y "bajadas" de los partidos. Al efecto, hay que calcular el cambio en la distribución de votos en dos elecciones para el partido A, para el B, para el C y así sucesivamente, para todos los partidos existentes. Así, la cifra para cada partido será deivamente precisa y la suma de las "subidas" y "bajadas" será cero, pues las ganancias y las pérdidas se cancelarán mutuamente. El patrón de cambio no necesariamente será simétrico porque un solo partido puede acumular todas las ganancias o las pérdidas, o dos de tres partidos pueden haber ganado o perdido, etc.Se aplica al estratagema de aplicar sólo tanto poder como sea absolutamente necesario para alcanzar un objetivo político, pero nunca tanto como para inducir un contraataque. El concepto se originó del juego de bridge que consiste en poner una trampa con una carta más baja (en tanto se conserva una más alta) con la esperanza de que el adversario tenga una carta intermedia de ese conjunto.

La sutileza política es muy importante en las campañas cuando se ataca indirectamente a los opositores, de modo que éstos no puedan responder abiertamente so pena de quedar como rijosos.