Es el reemplazo duradero de un partido que normalmente ha sido el mayoritario por otro que antes desempeñaba una función meramente secundaria, como resultado de elecciones sucesivas. Si se confirma el carácter estable de la nueva situación, el nuevo equilibrio de partidos pasa a ser considerado natural; cuando se produce tal cambio, se habla de ''realineación'' del sistema de partidos.

Según Bogdano, "se dice que un sistema de partidos se alinea de acuerdo con las escisiones más acentuadas de la estructura social de un país, y la realineación se produce cuando una nueva escisión política se convierte en predominante…La cuestión de cómo tienen lugar las realineaciones es objeto de polémica. La teoría democrática clásica consideraría que se ha producido una realineación en unas elecciones cuando un número considerable de votantes se replantea sus lealtades políticas y cambia sus votos de un partido a otro en respuesta a unos hechos y a unos problemas; la mayor parte de los comentaristas han supuesto (implícita o explícitamente) que las principales modificaciones en la suerte electoral de los partidos políticos reflejan decisiones electorales de este tipo. Sin embargo, esta suposición no cuadra bien con los resultados de las investigaciones que demuestran que la mayoría de los votantes heredan una lealtad política que no suelen abandonar una vez arraigada. Por otro lado, los votantes que abandonan su lealtad anterior muestran una particular propensión a volver a ella en elecciones sucesivas. Por ello, resulta difícil entender cómo realineaciones permanentes pueden ser el resultado de la conversión de los votantes existentes…"

En México, las sucesivas derrotas electorales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) han hecho pensar a algunos analistas de que existe un fenómeno de realineación.