Es un actitud y un comportamiento o acción política adoptada por un grupo o partido político que niega las reglas del juego de una colectividad política. Al negar los fines, los valores y las instituciones propuestas por el orden constitucional actúan en la vida pública para modificarlos radicalmente. Es una tendencia a ver las relaciones políticas en términos de alternativas radicales y el consiguiente rechazo de la gradualidad y de la parcialidad de los objetivos. Es una actitud de quien pretende llevar hasta las últimas consecuencias sus ideas, planteamientos o propósitos, desentendiéndose de las dificultades reales que se oponen a sus actos, esto es, de la impracticabilidad de ellos, e incluso de la inconveniencia de sus consecuencias. Es una actitud intransigente y dogmática. Se usa como sinónimo de radicalismo.

El extremismo ha dado lugar a una gran variedad de movimientos sociales y políticos en épocas críticas de intensa movilización social y de profundas transformaciones de los órdenes productivos e institucionales.

El extremismo de izquierda se refiere a la ruptura de reglas de juego de una comunidad política y la negativa a cualquier solución negociada de cualquier conflicto. El extremismo de derecha significa la defensa a ultranza del sistema establecido.

El extremista ideológico se mantiene en el campo de la especulación de las ideas; radicaliza sus conceptos; extrema sus teorías. El extremista político pasa a la acción, es un activista de sus convicciones y la intolerancia es una de sus características; no sólo propugna puntos de vista radicales sino que trata de aplicarlos radicalmente también; sus métodos de acción están generalmente asociados a la violencia, que es uno de los elementos de la forma de actuar de los extremistas de cualquier signo.

Los partidos y candidatos extremistas difícilmente agrupan a los grandes sectores de la población en condiciones normales, pero en época de crisis pueden ser vistos como la opción ante los continuos fracasos de otras posiciones políticas más moderadas para solucionar los problemas de una sociedad.