Es el nombre con el que se conoce a los disidentes humanistas de los partidos comunistas (maoístas, anarquistas y troskistas) y seguidores del marxismo occidental que se desarrollaron durante la guerra fría. Sus objetivos principales son atenuar la marginación, reducir las exclusiones sociales, combatir la concentración del ingreso, los privilegios, las desigualdades y la irracionalidad en cualesquiera de los campos de la actividad humana. Sostiene que la falta de libertad no puede compensarse con bienestar económico, pero tampoco la pobreza puede aliviarse con la libertad.
Como movimiento, la nueva izquierda surgió en los años cincuenta en Inglaterra y Estados Unidos como un ejercicio de autoconciencia marxista. Sus fundadores replantearon las doctrinas, los métodos de organización y estilos de liderazgo de la vieja izquierda pro-soviética. Sus seguidores fueron fuertes críticos del capitalismo y de los excesos del estado socialista soviético. Uno de los voceros del movimiento fue la influyente publicación "New Left Review". El movimiento ganó prestigio al oponerse a las invasiones soviéticas a Hungría en 1956 y Checoslovaquia en 1968.
Hoy, la nueva izquierda está asociada a un conjunto ecléctico de grupos, cada uno de los cuales promueve distintas agendas tales como la defensa de las minorías, el feminismo, el medio ambiente, la lucha contra el dogmatismo, el racismo, la xenofobia, la violencia. la injusticia social internacional, etcétera, así como a un interés renovado en las concepciones marxistas de la alienación y del Estado.
Asimismo, muchas de las políticas de esta "nueva" izquierda parecen indistinguibles de las políticas liberales que han instrumentado diversos gobiernos de centro o de derecha en el mundo. Sin embargo, la diferencia estriba en los objetivos. Mientras que las políticas liberales procuran niveles más elevados de productividad como medio para acelerar el crecimiento económico, por ejemplo, la nueva izquierda propone ir mucho más adelante: concibe al crecimiento como un mero instrumento para alcanzar una sociedad igualitaria. Es decir, lo que diferencia a los partidos liberales de los de la izquierda sigue siendo la búsqueda de la igualdad, mientras que lo que distingue a la vieja de la nueva izquierda es su visión sobre el futuro y los instrumentos que está dispuesta a emplear para alcanzarlo.
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