Alude a la amplia predisposición de la gente a creer en que personalidades, descripciones o predicciones generales y vagas tienen relevancia específica para ciertos individuos, como los horóscopos. Se denomina así a esta tendencia a la ingenuidad, porque se atribuye, para algunos injustificadamente, a Phineas Taylor Barnum la frase: "Cada minuto nace un bobo". Siglos antes había escrito Maquiavelo en El Príncipe: "el que engaña encontrará siempre quien se deje engañar".

Barnum fué un famoso creador de espectáculos que en el siglo XIX empleó formas novedosas de presentación y de publicidad para popularizar espectáculos inusitados, como el circo de tres pistas, museos de curiosidades increíbles, conciertos musicales, etc. Entre sus éxitos más notables se cuentan la presentación de la nana de 161 años de edad de George Washington, el pequeño Gral. Thumb (pulgar) que medía 25 pulgadas, la "Nightingale Sueca", Jumbo el elefante gigante, etc. Todos falsedades o exageraciones que lograron atraer a miles de espectadores.

Se dice que Barnum, alguna vez dijo, que él sólo daba a la gente lo que la misma gente, convertida en público, esperaba ver, y que el poder de la imaginación de las personas es inagotable. Así, siempre habrá más crédulos que escépticos.

En las elecciones, esta predisposición de la gente a creer es aprovechada para formular estrategias de campaña que exageran las virtudes de los candidatos o los defectos de sus opositores, que comunican mensajes con promesas irrealizables, o plantean situaciones catastróficas si pierde un candidato o gana su oponente