Tolerancia y autonomía
Paulette Dieterlen*
El Universal
Jueves 18 de agosto de 2005
En México, cada vez es más frecuente que los debates sobre salud pública se salpiquen de opiniones que reflejan una aparente moralidad y de afirmaciones que provienen de creencias religiosas profundas. Tal parece que es el caso de la pastilla anticonceptiva de emergencia (PAE). Cuando el secretario de Salud, Julio Frenk, anunció que la pastilla formaría parte del cuadro básico de medicamentos, la polémica no se hizo esperar. Algunos miembros de organizaciones no gubernamentales católicas, un grupo de obispos y hasta un secretario de Estado afirmaron que la pastilla era abortiva y que por lo tanto debía salir de dicho cuadro. Incluso la Unión de Padres de Familia pidió al presidente Vicente Fox que separara de su cargo a Frenk.
Si bien esas actitudes no nos extrañan, debemos condenarlas, ya que atentan contra la tolerancia, que es un valor público y la autonomía de las personas , que es un valor privado.
Desgraciadamente no es la primera vez que esto sucede en nuestro país, recordemos el escándalo por los anuncios que condenaban la discriminación contra los homosexuales y las críticas a las campañas preventivas de contagio del virus del sida que proponían el uso del condón.
Aquellos que reprueban el uso de la píldora anticonceptiva de emergencia revelan dos clases de ignorancia: una relacionada con el ámbito de la ciencia y otra con el de la moral. La ignorancia en el ámbito científico se refiere a los argumentos que se han esgrimido sobre las características de dicha píldora. Si ésta fue avalada por los miembros del Consejo General de Salubridad, formado por médicos, no veo por qué tenemos que aceptar la opinión de personas que carecen de conocimientos científicos.
Es indispensable informar a la población de una manera seria y responsable y prescindir de afirmaciones que descansan en creencias religiosas más que científicas.
Los críticos de la píldora no han proporcionado ninguna razón basada en términos médicos que pruebe que la pastilla es abortiva y, si lo fuera, la despenalización del aborto es uno de los temas pendientes en la agenda política mexicana.
La ignorancia en el ámbito de la moral se relaciona con el uso de la palabra "vida". Los que atacan el uso de la píldora han manifestado el valor que tiene su defensa. Sin embargo, los avances tecnológicos que repercuten de manera directa en las prácticas relacionadas con la salud han propiciado una fructífera discusión sobre aquello que entendemos por "vida". Actualmente grandes especialistas en el terreno de la ética y la moral nos muestran que el concepto "vida" debe ser ampliamente discutido. Esto significa que necesitamos establecer una serie de condiciones para saber qué es lo que valoramos cuando hablamos de "vida", por ejemplo, es importante destacar que una vida debe ser "humana" y "digna". Además, volviendo al argumento científico, la relación entre la píldora de emergencia y la palabra "vida" es confusa sobre todo si, como vimos anteriormente, no se han dado razones para sostener que es abortiva.
Ahora quisiera referirme a la tolerancia y la autonomía. La tolerancia debe ser una virtud de los sistemas democráticos. Entiendo por tolerancia, no la indiferencia, sino la creencia de que algo puede diferir de nuestra forma de pensar y a pesar de ello pensamos que es bueno aceptarlo. También se puede entender como un escepticismo activo contra el fanatismo y las pretensiones de aquellos que creen tener la verdad. No debemos olvidar que la tolerancia nace primero como una condición de posibilidad de la existencia pacífica entre miembros de distintas religiones y, más tarde, cobra sentido como una virtud que permite la convivencia entre personas con creencias diferentes. La petición de sustitución del secretario de Salud es un ejemplo de una conducta intolerante, ya que presupone que ciertas creencias religiosas deben dirigir las políticas de salud. Esto es inadmisible en un Estado laico.
El segundo valor, la autonomía, se refiere a la posibilidad que tiene una persona de tomar decisiones para realizar sus planes de vida. La inclusión de la píldora de emergencia en el cuadro básico de medicamentos permite que las mujeres, consideradas como seres autónomos, decidan qué es lo que más les conviene en materia de salud reproductiva. No olvidemos que la Constitución defiende "la dignidad e integridad de las mujeres". (Art. 4°, A, II).
México afronta varios problemas, destacan la pobreza y la violencia. Ambos golpean a las mujeres. Con frecuencia son violadas, obligadas a tener relaciones sexuales y a concebir más hijos de los que pueden mantener. No debemos pasar por alto que la píldora puede ayudarles a disminuir los efectos de conductas agresivas.
Además, es necesario defender aquellas políticas que contribuyen a que las personas, con una información pertinente, tomen decisiones autónomas. No podemos permitir que las actitudes intolerantes ganen terreno. Y sobre todo, hay que rechazar las opiniones, en este caso sobre políticas públicas de salud, que contribuyen a que las personas carezcan de alternativas reales para tomar una decisión.
*Dieterlen es investigadora del Instituto de Investigaciones Filosóficas, UNAM
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