Es la facultad que se reconoce y cuyo ejercicio se garantiza para que un ciudadano o grupo puedan expresar sus ideas, sus opiniones políticas, sus críticas, etc., sin más limitaciones que las que determinen las leyes, sin obstáculo y, especialmente, sin temor de castigo. La libertad de expresión del pensamiento también llamada libertad de palabra comprende las formas verbal, escrita o artística, y, como las demás libertades, su ejercicio debe estar subordinado al bien colectivo.
La libertad es imposible sin el derecho a difundir ideas. Sin embargo, el derecho de hablar sin restricción previa, está sujeto a castigos por su abuso. Los abusos incluyen calumnias, obscenidad o sedición, incitación al crimen y al desacato a los tribunales. Pero no es clara la distinción entre una acción que cae dentro de lo que se considera "expresión" y otra que no, muchas acciones no verbales pueden ser consideradas como declaraciones, por ejemplo, la quema de una bandera o la destrucción un símbolo similar.
En México, el artículo 6 de la Constitución establece que "la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa sino en el caso de ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito o perturbe el orden público".