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LEGISLACION ELECTORAL
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Es el conjunto de normas jurídicas que rigen la pluralidad de actos que integran el proceso electoral en los países que han adoptado a la democracia como forma de gobierno. La ley electoral es la norma en torno a la cual se vertebra el resto de la legislación electoral y establece el marco jurídico de los siguientes elementos: quienes pueden elegir y quienes son elegibles; cuáles los órganos encargados de resolver con justicia los casos que se deriven de la aplicación de la legislación electoral; mediante qué sistema se expresará la voluntad ciudadana y ésta se convertirá en escaños; cuál será el procedimiento a usar desde la convocatoria, el registro de candidatos y las campañas hasta la votación y la proclamación oficial de los candidatos electos; cuáles serán y cómo se manejarán los recursos económicos de que dispondrán los partidos y candidatos; qué conductas merecerán sanción como infracciones y delitos electorales; y otras disposiciones relativas a diversos temas, como la realización y publicación de encuestas, etc.
La legislación electoral puede concentrarse en un solo ordenamiento o en una pluralidad de leyes según el país de que se trate.
La importancia de la legislación electoral se deriva de que coadyuva a crear las bases de legitimidad democrática de todo sistema político.
En México, según José Antonio Crespo (La Reforma Electoral Pendiente) el cambio político va más aprisa que las múltiples adecuaciones en la legislación electoral por lo que se requiere conciliar algunos desequilibrios e inequidades del sistema de partidos. Hay que hacer nuevos ajustes a partir de dos elementos básicos:
a. Competitividad. Quedan algunos resquicios que obstaculizan la transparencia y equidad de los procesos electorales como la compra y coacción del voto, el financiamiento ilícito y la falta de regulación de los medios masivos y de la propaganda, así como la ausencia de observación electoral previa a los comicios.
b. Sistema electoral. Hay nuevos retos resultado de los avances logrados. Existe la necesidad de nuevas formas de escrutinios como la segunda vuelta, de la regulación de las precampañas y elecciones primarias, de la flexibilización de las coaliciones, de nuevas fórmulas para integrar el Congreso, de la reelección parlamentaria y de la adecuación de las funciones y estructura de la autoridad electoral en el ámbito federal y estatal.
Se trata de conciliar la nueva pluralidad con la gobernabilidad. |
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