Es describir la política como una especie de deporte o juego. La política es vista como un juego en el que intervienen políticos individuales para lograr su promoción personal, ganancias y poder. El juego es de competencia y las principales actividades de los jugadores consisten en calcular y seguir estrategias diseñadas para derrotar a sus rivales, para así lograr ser elegidos para los cargos públicos.

Shakespeare puso en labios del rey Henry V una arenga a los soldados, en donde describía la política como un juego que iba a iniciarse. Esporádicamente algunos políticos se han expresado de la política con metáforas deportivas. Con el crecimiento de los deportes como una de las principales actividades recreativas, se ha incrementado el uso de los mismos para referirse a la política o a situaciones políticas: carreras de caballos, futbol, boxeo, baseball, son deportes que los políticos ha empleado para construir metáforas porque consideran que las masas que los practican o acuden a presenciarlos pueden comprender mejor las mismas. También algunos políticos espontáneamente usan metáforas de los deportes que ellos mismos juegan o prefieren.

Las elecciones y las campañas han sido objeto de metáforas deportivas frecuentes, especialmente las carreras de caballos han servido para describir la competencia que tiene lugar entre partidos y candidatos y han hecho posible que la prensa se interese más por quien va a la delantera, cuál candidato va ganando terreno y quien cruzará primero la meta, que por las cuestiones políticas que se debaten. Solo importa la competencia por la competencia.