Se refiere al acto de otorgar, por parte de funcionarios gubernamentales, concesiones políticas a miembros de la propia familia o parientes cercanos, por lo general en forma de nombramientos para ocupar puestos públicos o candidaturas de elección popular, aunque también adjudicándoles contratos oficiales y utilizando, en cualquier otra forma, la posición política para favorecerlos en forma indebida.
Proviene del latín "nepos" que significa sobrino o nieto, porque los dirigentes de la iglesia católica medieval le daban especial preferencia a los sobrinos de los clérigos a la hora de distribuir los cargos eclesiásticos, en un tiempo en que la palabra "nepos" funcionaba también como un eufemismo de hijo ilegítimo. Fue una práctica común entre los Papas, bajo el argumento de necesitar una persona de su absoluta confianza como secretario privado o primer ministro, hasta que el Papa Pablo III acabó con el llamado gran nepotismo.
Aunque el nepotismo pueda ser realmente un nombramiento por capacidad y cualidades sobresalientes para el servicio público, lo más probable es que genere la sospecha acerca de la capacidad o los merecimientos de los beneficiados.
Puede presentarse en todos los niveles. Es un signo de atraso político y deshonestidad ya que la presencia de parientes dentro del sector gubernamental facilita el enriquecimiento ilícito por parte de algunos servidores públicos y desplaza a mejores prospectos. Se considera una forma de corrupción política porque sirve a los intereses particulares y no está basado en la calidad del desempeño profesional, la experiencia u otros méritos, sino sólo cuenta el parentesco.
Los sistemas de méritos de los servicios civiles han ayudado a que se reduzca la incidencia del nepotismo. En México, a nivel federal, existe una legislación especial antinepotismo, sin embargo, a nivel de los estados y de los municipios sigue siendo una práctica común, sobre todo en las regiones de mayor atraso.
Durante las elecciones, la tendencia al nepotismo puede manifestarse en la selección misma de los candidatos, o ser una de las debilidades de los mismos, que influye en la integración de su equipo de campaña. El nepotismo puede tener consecuencias negativas internas y para la imagen que se pretende proyectar hacia el electorado; efectos más graves tendrá una candidatura resultado únicamente del nepotismo.
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