'Es lo que se requiere para hacer algo o conseguir algún estado del ser. Algo que se considera indispensable para la sobrevivencia de una persona, grupo, institución, sociedad, etc. Por ejemplo; las necesidades humanas describen lo que se requiere si algún mal debe ser evitado, como comer, beber, ser amado; de modo que la privación de cualesquiera de estos bienes puede constituir un daño para un individuo.

A diferencia de los deseos que reflejan una gran variedad de circunstancias y gustos, las necesidades se consideran universales y fundamentales para el bienestar y por lo tanto, urgentes, por lo que tienen prioridad sobre los deseos. De ahí que las necesidades, como algo que debe ser satisfecho, son invocadas en todos los debates políticos para demandar acciones o intervención política. Los temas de la pobreza y del bienestar se plantean siempre en términos de la satisfacción de las necesidades humanas.

Para algunos, la justicia es la satisfacción de las necesidades humanas y es factible definir objetivamente lo que los seres humanos necesitan, a pesar de que a muchos se les han inculcado necesidades falsas o de que no saben distinguirlas de sus meros deseos; por eso la mayoría de la gente tiene necesidades confusas, incompletas y aun erróneas. Una política basada en las necesidades consideraría aquellas que son necesarias para que las mujeres y los hombres desarrollen sus potencialidades humanas.

Sin embargo, para otros, si bien no es difícil estar de acuerdo en definir requerimientos básicos de sobrevivencia, precisar el nivel de satisfacción de estos requerimientos si enfrenta dificultades, ya que las necesidades pueden satisfacerse a muy diferentes niveles y no puede definirse objetivamente un mínimo de bienestar. Asimismo, cualquier conjunto definido de necesidades puede parecer incompleto porque no sólo existen necesidades materiales, sino psicológicas y sociales, como la necesidad de aprender, autorrealización, amor, compañía, etc. por lo que siempre cabría la posibilidad de agregarle alguna otra necesidad a ese conjunto. De ahí que se haya intentado jerarquizarlas en fisiológicas, psicológicas, sociales, etc.

Por otro lado, la distinción entre necesidad y deseo no es clara. La noción de necesidad es relativa socialmente y el daño que origina su insatisfacción depende de la moral prevaleciente; asimismo, el reconocimiento de las necesidades implica tanta subjetividad como la valoración de los deseos, por lo que las necesidades que se proponen siempre representan el punto de vista discutible de alguien acerca de lo que requiere el desarrollo del ser humano, de modo que con frecuencia nuestras necesidades son realmente lo que requerimos para satisfacer nuestros deseos.

Además, enfocar la satisfacción de las necesidades en función de un modelo o ideal del ser humano es criticable en la medida de que no hay una idea única del hombre y nadie conoce mejor lo que necesita que el propio interesado, por lo que imponerla conduciría a justificar el despotismo.

A estas críticas se ha respondido que las necesidades humanas son parecidas a las de las plantas y los animales: por ejemplo, la nutrición y el ejercicio son necesidades cuya satisfacción conduce al desarrollo del potencial físico; que las necesidades existen independientemente de los deseos (se puede necesitar vitaminas sin desearlas) y que algún otro puede conocer mejor lo que alguien necesita (como el dietista o el instructor). Todo esto no lleva al despotismo del dietista o del instructor. Lo mismo sucede con las necesidades no físicas. Lo que se requiere es no seguir por el camino de la creación incesante de "necesidades" conforme a los requerimientos del mercado.

El pensamiento político socialista ha sido más proclive a utilizar la noción de las necesidades humanas y a formular prescripciones acerca de las mismas.

Desde la perspectiva de la sociedad en su conjunto, se ha teorizado también acerca de las necesidades de la sociedad; por ejemplo, Parsons señaló entre los prerrequisitos funcionales para la sobrevivencia de un sistema social un apoyo motivacional adecuado a ese sistema; Marx consideró que el capitalismo requería satisfacer sus necesidades de producción, reproducción y legitimación. Otros rechazan la posibilidad de identificar las necesidades de una sociedad con alguna precisión.

Durante las elecciones, los partidos y candidatos se esfuerzan por identificar, mediante estadísticas, encuestas y grupos de enfoque, las necesidades y deseos de los distintos grupos del electorado para convertirlos en propuestas y programas que atraigan sus votos.