La convivencia social constituye una de las prioridades en todo país. Integrar un proyecto de nación que la promueva, la genere y la consolide requiere del diseño y de la construcción de un modelo de vida colectivo que privilegie valores e intereses comunes, es decir, que edifique una comunidad.

Uno de los principales puntos  que a lo largo de la historia ha sido factor de alteración de la convivencia social es la disputa por el poder político, contienda que en diferentes épocas se ha definido a través de las armas, del derecho divino o por lazos familiares. En la actualidad, existe consenso universal en el sentido de resolver el acceso al poder por medio de procesos electorales.

La renovación periódica y pacífica de autoridades y representantes se ha constituido en un mecanismo fundamental, entre otros, para mantener la paz social y el desarrollo de las naciones.

En México, las elecciones son cada vez más competidas, las campañas electorales más intensas, y el derecho electoral más extenso y hasta complicado. Una mayor comprensión de cada uno de estos tres elementos permitirá valorar la importancia que tienen, comprender cada uno de los procesos, etapas y elementos que los conforman y, sobre todo, aportará herramientas valiosas para quienes participan o analizan los procesos de promoción de candidaturas a cargos de elección popular.

El Instituto Nacional de Estudios Políticos, A.C. (INEP) ha asumido la tarea de analizar, a detalle, el marco en el que se desarrollan las elecciones y, en función de ello, inició un proyecto editorial con el objetivo de sistematizar el estudio y la experiencia adquirida sobre las contiendas electorales, y con el reto de aportar propuestas e instrumentos que se sumen al esfuerzo por profesionalizar, desde el punto de vista de la Ciencia Política, la actividad electoral.

El primer resultado de estas jornadas fue el Manual de Campaña: teoría y práctica de la persuasión electoral, obra elaborada por los politólogos Mario Martínez Silva y Roberto Salcedo Aquino, quienes, además de ser estudiosos de la política, cuentan con una vasta experiencia en las tareas electorales. El Manual, que actualmente va en su tercera edición, propone la preparación, la organización y el desarrollo de campañas electorales con un sentido profesional y político, sustentadas en un compromiso social, de tal forma que no se limiten a la simple competencia de imágenes y del llamado marketing, y cuenten con los mayores elementos para aprovechar al máximo los recursos escasos con los que se desarrollan estas campañas: los económicos, los materiales y, sobre todo, el tiempo.

Estos mismos autores y fundadores del INEP han concluido un segundo libro para la biblioteca de toda persona interesada en los asuntos electorales, el Diccionario Electoral 2000, compendio de más de 700 términos relacionados directamente con la promoción de candidaturas a cargos de elección popular.
Su contenido se integra por dos fuentes principales: por un lado, incluye la definición y el análisis de conceptos relevantes de diversas disciplinas como derecho, ciencia política, sociología, psicología social, comunicación, propaganda, estadística, publicidad, mercadotecnia y, en general, todas las ciencias sociales que han estudiado y conceptualizado los fenómenos que se manifiestan durante las elecciones, aportando información sobre situaciones y ejemplos que ayudan a una mejor comprensión de cada uno de ellos; por el otro, incorpora los términos de la normatividad electoral mexicana vigente (de ahí el apelativo 2000), a través de los que se explica por rubros específicos el desarrollo de los diferentes elementos y etapas que integran el proceso electoral, con su debida referencia para su adecuada ubicación.

Los conceptos y los términos se clasificaron en orden alfabético y para su identificación, los primeros se incorporaron con mayúsculas y los segundos con altas y bajas.

Por su estructura y por su contenido, esta segunda obra del INEP es un material de lectura y de consulta, pues el desarrollo de cada concepto y término rebasa la simple definición; por ello, se trata de un material que será de mucha utilidad para: quienes participan en cualquiera de las diversas actividades de una campaña electoral; miembros de los partidos políticos; integrantes de los organismos electorales; periodistas y reporteros de los diferentes medios de comunicación encargados de dar seguimiento a la actividad electoral; investigadores y estudiosos de la materia; profesores y estudiantes de las ciencias sociales, y, en general, para ciudadanas y ciudadanos interesados en las campañas electorales.

El Diccionario Electoral 2000 constituye un ejercicio serio de conjunción de teoría y praxis, de análisis y reflexión, que tiene la finalidad de proporcionar, en forma integrada y clasificada, material útil para el estudio, la interpretación y el manejo de información de los diferentes aspectos que conforman la contienda electoral, pero sobre todo para su mayor comprensión, valoración y práctica profesional.

Agustín Bernal Cigarroa
Secretario del Instituto Nacional de Estudios Políticos A. C